Cocina

7 alimentos comunes que preparamos y consumimos incorrectamente

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A la hora de consumir determinados alimentos, muchas veces cometemos errores sin darnos cuenta. Sorprendentemente, esto también se aplica a los alimentos cotidianos. Si quieres comer conscientemente debes evitar estos errores.

Casi todo el mundo ya ha cometido uno o más de los siguientes errores que son habituales a la hora de preparar la comida. En la mayoría de los casos, estos son sólo problemas menores que pueden evitarse fácilmente si sabes a qué prestar atención.

Si bien algunas de estas deficiencias sólo afectan el apetito, también existen enfermedades que pueden reducir la absorción de vitaminas y nutrientes o incluso ser poco saludables. Aquí aprenderás cómo convertir el consumo de los siguientes alimentos en z.

Siete alimentos que preparamos incorrectamente

1. Verter suero de yogur

¿Qué puedes hacer mal al comer yogur? En realidad, una cosa: el suero líquido que se puede formar cuando el yogur permanece mucho tiempo en el frigorífico, muchas personas lo consideran desagradable y simplemente lo vierten. Sin embargo, contiene minerales, calcio y proteínas y es saludable. Por lo tanto, es mejor simplemente agitar este líquido antes de consumirlo. El yogur contribuye así a una dieta equilibrada.

2. Calentamiento de aceites prensados ​​en frío

Los aceites prensados ​​en frío, como el aceite de oliva, son un complemento sabroso para ensaladas u otros platos que no necesitan calentarse. Sin embargo, dado que estos aceites con ácidos grasos insaturados no son resistentes al calor, nunca deben usarse para cocinar, freír, hornear o freír. De lo contrario, sus componentes saludables no sólo se vuelven inútiles para el cuerpo, sino que, a altas temperaturas, incluso se pueden formar compuestos nocivos.

Para una cocina caliente son más adecuados los aceites refinados o el aceite de coco, que, gracias a los ácidos grasos saturados, sigue siendo resistente al calor hasta una temperatura de aproximadamente 200 grados.

3. El crujido de la propia zanahoria

Todo el mundo sabe que las zanahorias son saludables. Contiene muchas vitaminas y sabe muy bien incluso en estado crudo. Las verduras también contienen vitamina A, importante para los humanos, que es soluble en grasa, por lo que el cuerpo necesita un poco de grasa o aceite para poder utilizarla. Se puede mezclar bien en una salsa y disfrutarlo junto con zanahorias.

4. Usas hierbas y especias demasiado pronto

Realzan cada plato y se pueden dosificar y combinar según el gusto: especias y hierbas frescas, como albahaca, romero, pimentón o azafrán. Sin embargo, a menudo se añaden a los alimentos demasiado pronto en el proceso de cocción, lo que hace que su sabor desaparezca o se vuelva amargo. En la mayoría de las recetas, es mejor usar especias sólo durante el condimento final, para que puedas disfrutar todo el sabor.

5. Cocinar verduras que se puedan comer crudas

Las verduras son muy populares como guarnición o plato principal, porque no sólo saben bien y aportan variedad a la mesa, sino que también son saludables. Aunque las verduras se preparan casi a diario, se cometen errores que destruyen las vitaminas que contienen: se hierven o se fríen durante demasiado tiempo. Para todos los tipos de verduras que se pueden comer crudas de forma segura, vale la pena cocinarlas al vapor por el bien de la salud.

Otros tipos, como las judías, las patatas, la mandioca o las berenjenas, deben calentarse durante más tiempo antes de consumirlos, porque de lo contrario pueden resultar nocivos para la salud o incluso venenosos. En caso de duda, conviene averiguar qué verduras son aptas para cocinar al vapor antes de cocinarlas.

6. Usas semillas enteras de sésamo, arándano o psyllium.

Semillas como las de arándano, sésamo o psyllium son muy saludables, pero difíciles de digerir. Mucha gente los consume sin triturar, lo que dificulta que el organismo aproveche los nutrientes. Por ello, se recomienda consumir estas semillas molidas o molerlas siempre antes de añadirlas a los alimentos.

7. Errores al cocinar pasta

La pasta se prepara rápidamente y sabe muy bien con salsas, verduras y carnes, así como en ensaladas o al horno con queso. Sin embargo, a menudo se cometen varios errores al preparar platos de pasta calientes: se añade muy poca sal demasiado pronto al agua de la pasta y la pasta se enjuaga con agua fría después de cocinarla. Enjuagar con agua fría hace que la pasta pierda almidón de la superficie, lo que asegura que la salsa se adhiera bien. Sin embargo, si estás preparando una ensalada de pasta, enfriar no es un problema.

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.