¡Un fin de semana sin tarta de queso casera no es fin de semana! Si quieres sorprender a tus invitados con un delicioso postre con una textura esponjosa, casi espumosa, no dejes de probar la siguiente receta. Es insustituible para un bizcocho sabroso y a la vez sencillo.

¿Un snack dulce perfecto para el fin de semana? Una tarta de queso de un balde funciona mejor. No es de extrañar, sobre todo porque nuestra receta es ligera, esponjosa e increíblemente cursi. Es un elemento básico absoluto y funciona en todo momento. ¡Probado, sabroso y no tan caro como en una pastelería!

Receta de tarta de queso con cubo. La mesa del fin de semana estará vacía sin él.

Hacer la tarta de queso perfecta no es tan difícil como parece. Reserva algo de tiempo en los próximos días para preparar el próximo pastel.

Ingredientes para la tarta:

  • 180 gramos de mantequilla,
  • 160 g de harina de trigo para repostería,
  • 4 yemas de huevo,
  • 4 cucharadas de azúcar,
  • 2 cucharaditas de levadura en polvo.

Ingredientes para la mezcla de requesón:

  • 1 kg de requesón de un cubo,
  • 370 ml de leche,
  • 180 ml de aceite,
  • 6 yemas de huevo,
  • 3 paquetes de budín de nata sin azúcar,
  • 1 paquete de azúcar de vainilla (15 g).

Ingredientes de la espuma:

  • 10 claras de huevo,
  • 260 g de azúcar,
  • pizca de sal.

La mejor tarta de queso para cualquier ocasión. Método de preparación

Rompe los huevos y separa las claras de las yemas. Pon todos los ingredientes de la masa en un bol y mezcla hasta que quede suave. Viértelo en una bandeja forrada con papel de horno. Extienda la masa uniformemente en una capa fina sobre toda la superficie de la bandeja para hornear.

Luego prepara la mezcla de cuajada. Batir las yemas con el azúcar de vainilla. Agregue poco a poco el requesón del cubo, el pudín en polvo, el aceite y la leche. Mezclar todo hasta que quede suave.

Ahora le toca el turno a la espuma. Batir las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Cuando se forme una espuma blanca, comience a agregarle azúcar. Revuelve hasta que el azúcar se disuelva por completo. Solo queda mezclar la mezcla de cuajada con la espuma y finalmente verterla sobre el bizcocho. Coloca el molde en un horno calentado a 170 grados centígrados y hornea por una hora aproximadamente. Recuerda no abrir la puerta del horno durante este tiempo.

Después de hornear, apaga el horno, pero espera un rato antes de sacar el bizcocho. Una vez que se haya enfriado por completo, guarda el postre en el frigorífico y al día siguiente córtalo y sírvelo a tus encantados invitados. Antes de cortarlo, puedes espolvorearlo con azúcar glass o cubrirlo con glaseado. ¡Buen provecho!

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