A partir de los 40 años podemos notar los primeros signos de la edad: aparecen arrugas en el rostro, la piel pierde firmeza y también pueden aparecer dolores en las articulaciones. La mejor forma de cuidar tu salud y apariencia es la dieta. Una dieta sana, equilibrada y rica en vitaminas y minerales puede retrasar significativamente los primeros signos del envejecimiento. Vale la pena buscar frutas que contengan muchas vitaminas y antioxidantes. ¿Cuales son los mejores? Nosotros contestamos.

Pérdida de colágeno y falta de vitaminas.

Ya después de los 25 años, la producción de colágeno en el cuerpo disminuye, lo que afecta no solo al estado de la piel, sino también al cabello, las uñas y las articulaciones. Alrededor de los 40 años, la elasticidad y firmeza de la piel disminuye, las arrugas se profundizan y la piel de todo el cuerpo ya no está tan firme como antes.

Las vitaminas y proteínas, que son los componentes básicos de todo el cuerpo, son decisivas para el estado del organismo. Para ralentizar el proceso de envejecimiento, es importante llevar una dieta equilibrada con frutas y verduras frescas ricas en vitaminas, antioxidantes y polifenoles. Se encuentran en muchas frutas sabrosas y fácilmente disponibles. ¿Qué comer para mantenernos sanos por más tiempo?

Las fresas ralentizan el envejecimiento cerebral

Siempre que llega la temporada conviene recurrir a las fresas, pero aquellas que provengan de cultivos probados, sin pesticidas. Las fresas son diuréticas: reducen la hinchazón y la distensión causada por la retención de agua en el cuerpo. Además, contienen mucha vitamina C, que tiene un efecto antioxidante. Neutraliza los radicales libres que contribuyen al cáncer, fortalece la inmunidad del cuerpo y reduce la inflamación.

Se realizó un estudio que demuestra que comer fresas dos veces por semana puede retrasar el envejecimiento del sistema nervioso hasta 2,5 años.

Los arándanos reducen el riesgo de Alzheimer

Los arándanos son ricos en flavonoides, que fortalecen la inmunidad del cuerpo y protegen contra infecciones e inflamación. Además, se caracterizan por la capacidad de reducir el estrés oxidativo.

Las investigaciones en curso sobre los arándanos también confirman que su consumo regular mejora las capacidades cognitivas, lo que a su vez reduce la probabilidad de desarrollar demencia.

La sandía protege la piel del sol.

La sandía es claramente la mejor fruta para los días calurosos, porque hidrata perfectamente el organismo y así ayuda a eliminar el exceso de agua del organismo. También contribuye a la hidratación de la piel desde el interior.

Es bajo en calorías y además contiene licopeno, un antioxidante que tiene efecto protector contra la radiación UV.

Aguacate para la piel y el cerebro

El aguacate es otra fruta que merece la pena incluir en la dieta a partir de los 40. Contiene valiosos ácidos omega 3 y 6, nutre la piel, alivia la inflamación y evita que se seque.

Además, los compuestos contenidos en el aguacate tienen un efecto beneficioso sobre la actividad cerebral, mejoran la memoria y favorecen la concentración. El aguacate es una fuente de grasas saludables y es excelente en ensaladas o como sustituto de la mantequilla en el pan.

El kiwi rejuvenece la piel y mejora el estado del cabello.

Aunque tiene partidarios y detractores, definitivamente vale la pena incluir el kiwi en su dieta. Es rico en vitamina C y vitamina E y está demostrada su influencia en el buen funcionamiento del sistema cardiovascular. El kiwi no sólo reduce la presión arterial, sino que también tiene un efecto antiaterosclerótico. Gracias a las vitaminas que contiene la fruta, la piel conserva su tersura, elasticidad y una adecuada hidratación durante más tiempo.

Las uvas rojas destruyen las bacterias.

Las uvas rojas no solo tienen un efecto rejuvenecedor, sino también antiinflamatorio y protegen el cuerpo de virus y bacterias. El resveratrol que contienen previene la formación de placas de colesterol, reduce el riesgo de coágulos sanguíneos y facilita la reducción de grasas. Por tanto, será una buena opción para las personas que luchan contra el exceso de peso.

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