Cocina

El caldo de pollo perfecto: si sigues al menos uno de estos pasos, la sopa clásica seguramente quedará más sabrosa

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La sopa tradicional (y no sólo) del domingo se prepara de forma un poco diferente en cada hogar. Sin embargo, existen reglas no escritas a la hora de cocinarlo que debes aprender.

Podrías pensar que el tuyo ya es perfecto y realmente no cambiarás nada al respecto. Lo respetamos totalmente. Sin embargo, eche un vistazo a los siguientes sencillos pasos que pueden afectar significativamente el sabor final de la sopa del domingo. El secreto de una comida deliciosa a menudo se esconde en los detalles más pequeños, que podemos dominar sin cambios drásticos en el procedimiento habitual.

7 pasos para el caldo perfecto

1. Reserva las pechugas de pollo para los filetes.

Las piernas, lomos y alas de pollo son perfectas para hacer caldo. Además de los huesos, que dan a la sopa un sabor distintivo, también contienen un poco de grasa, y esta carne se cocina a la perfección en unos 90 minutos.

Por otro lado, la pechuga de pollo adquiriría una consistencia demasiado dura y seca si se cocina durante tanto tiempo. Además, no aportan ningún sabor al caldo. Por eso, es mejor reservarlos para cortes salteados o crujientes.

CONSEJO: Después de unos 90 minutos, debes sacar el pollo de la sopa, quitarlo de los huesos y cubrirlo con papel de aluminio en el bol para que no se seque. Regrese los huesos, la piel y los grumos de grasa a la sopa y cocine por otros 90 minutos aproximadamente, para obtener un sabor más intenso.

2. Pelar la cebolla

Muchos de nosotros agregamos cebollas enteras al caldo, incluida la piel, lo que contribuye al tono más oscuro de la sopa. Es muy correcto. Sin embargo, es importante que la cebolla esté limpia, ya que podría enturbiarse y estropear la preciosa sopa durante un almacenamiento prolongado.

Por lo tanto, se recomienda cortar las raíces de la parte inferior de la cebolla y también quitar con cuidado al menos la capa superior de piel.

3. No subestimes el poder de la pasión

No se agrega perejil o raíz de apio al caldo solo como decoración. Además de un bonito aroma, las hierbas también aportan mucho sabor y podrás reducir la cantidad de sal.

Lo ideal es separar las hojas de los tallos, para poder agregar los tallos al caldo al comienzo de la cocción, y las hojas finamente picadas solo después de que la sopa se haya enfriado, para que conserven su color fresco.

4. Agrega las verduras dos veces

Con las verduras debe ser igual que con el hinojo. Divida la zanahoria, el perejil y el apio limpios en dos mitades. Agregue el primero a la sopa al comienzo de la ebullición para darle sabor y cuele más tarde. Ponga la otra mitad en la sopa unos 30 minutos antes de que termine de hervir, para que quede blanda y no hervida.

5. Olvídate del condimento para la sopa

Los diferentes caldos y especias para sopa deberían ser tabú en el caldo. Después de todo, le agregaste carne, verduras, cebollino, sal, pimienta negra, pimienta de Jamaica y posiblemente hojas de laurel. Realmente no necesita nada más para un sabor excelente.

6. No hervir el caldo, sino colarlo.

Seguro que todos conocéis esta regla, pero no debe faltar. En resumen, el caldo no debe burbujear, solo burbujear aquí y allá y evaporarse lentamente. Esta preparación contribuirá a obtener una sopa más clara y rica en sabor.

7. Colar el caldo

Por supuesto, las proteínas precipitadas se pueden recoger en forma de espuma en la superficie con una cuchara durante la ebullición, pero no es necesario. Al final de la cocción, simplemente elimine la suciedad, las bolas de especias flotantes y los pequeños trozos de carne colando el caldo a través de un colador fino.

También hay algunos errores culinarios menores que pueden incluso convertir tu amada sopa en un plato poco saludable. Aquí están:

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.