Una vez finalizada la temporada de calefacción, no hay que olvidarse de los radiadores. En primavera podemos realizar obras sencillas para mantener los radiadores en buen estado y evitar gastos innecesarios. También vale la pena evitar el error que cometen muchos eslovacos.

Muchas personas dejan de cuidar sus radiadores una vez finalizada la temporada de calefacción, lo que puede tener graves consecuencias. Si no mantienes tus radiadores en buenas condiciones, te estás exponiendo potencialmente a averías que a menudo generan costes adicionales. Sin embargo, basta con realizar algunas tareas sencillas en primavera para prevenirlas.

El 90 por ciento de los eslovacos comete el error de cerrar las válvulas de los radiadores después de la temporada de calefacción.

Los expertos recomiendan y publican datos según los cuales hasta el 90 por ciento de las personas cierran las válvulas de los radiadores después de la temporada de calefacción. Este es un error grave que puede provocar que los radiadores se llenen de aire y provoquen un mal funcionamiento. Para evitar esto, es una buena idea abrir las válvulas del radiador en el resorte y ajustar el cabezal termostático al valor máximo. Esto preparará los radiadores para un funcionamiento eficiente durante la próxima temporada de calefacción.

El cabezal termostático debe configurarse en la posición más alta, lo que abrirá la válvula completamente. Esto reduce el desgaste de la válvula y prolonga su vida útil. Gracias a esta configuración, durante las paradas de verano durante reparaciones y revisiones de equipos de suministro de calor, las impurezas no se depositan en las tuberías y su lavado suave minimiza el riesgo de falla de la válvula termostática cuando se reinicia la calefacción.

¿Cómo cuidas tus radiadores en primavera? Los radiadores deben limpiarse periódicamente durante todo el año.

Cerrar las válvulas de los radiadores no es lo único que hay que recordar fuera de la temporada de calefacción. También es importante la limpieza periódica de los radiadores durante todo el año. Para limpiar el exterior del radiador basta con utilizar un paño de microfibra húmedo. También puedes remojarlo en un detergente suave.

La limpieza de los lugares de difícil acceso del radiador se facilitará con una aspiradora con una boquilla especial. También puedes utilizar líquidos anticorrosivos para limpiar a fondo el interior del radiador, lo que evitará la formación de óxido.

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