Los tomates están en el jardín desde mayo hasta las primeras heladas, que a veces pueden llegar inesperadamente temprano, incluso en octubre, aunque esto no es la regla. Pero puede suceder, por lo que debemos estar preparados para el cambio de temperatura previsto y saber bien qué hacer para obtener la mejor cosecha de tomates aromáticos y sabrosos.
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Mire el pronóstico a largo plazo
La base de una buena jardinería es el seguimiento cuidadoso de la previsión meteorológica durante todo el año. Sólo entonces podremos estar preparados para los cambios que es más probable que se produzcan. No se trata sólo de los tomates, otras plantas tampoco toleran las noches frías, es necesario cubrirlas o asegurarlas de otro modo.
Las plantas de tomate, originarias del clima cálido del Perú, pronto se dañan por el frío y los frutos verdes no tienen oportunidad de madurar. Pero un jardinero experimentado tiene la oportunidad de influir y ahorrar mucho.
¿Podemos aconsejar a la naturaleza?
Echemos un vistazo a algunos trucos que ayudarán a que su cosecha de tomate madure más rápido. La base es «explicarle» a la planta a qué frutos debe prestar más atención e invertir toda su energía en ellos.
¿Qué significa? En el caso de que ya sea obvio que las próximas flores no tendrán posibilidades de éxito y los frutos simplemente no tendrán tiempo de desarrollarse, retiramos la punta de la planta, evitando así su mayor crecimiento. De este modo tendrá más oportunidades de concentrarse en la maduración de frutos ya establecidos.
Elige tú mismo
Además de cortar la punta, también debemos inspeccionar los frutos que ya están creciendo y dejar en la planta sólo aquellos que tengan esperanzas de madurar con el tiempo. No hace falta que recojamos todos los tomates verdes, pero por otro lado, no tiene sentido ocuparnos de los más pequeños.
El instinto de conservación de la especie funciona
En la naturaleza, la primera regla es el esfuerzo por sobrevivir, tanto para el individuo como para la especie en su conjunto. Y así, en el momento en que la planta comienza a sentir que no tiene posibilidades de una existencia más larga, comienza a dedicarse más intensamente a su descendencia, es decir, a los frutos que deben madurar para producir semillas de calidad de la próxima generación. ¿Qué significa?
Basta con empezar a reducir gradualmente el riego de los tomates, y las condiciones más frescas y secas obligarán a la planta a invertir todo en una maduración más rápida de los frutos plantados. Según los expertos, en ese caso quedarán aún más dulces y sabrosos de lo habitual.
Cuando no hay tiempo…
Después de todo, la planta necesita algo de tiempo para las intervenciones antes mencionadas, normalmente al menos dos, sino tres semanas. Por eso es necesario vigilar la previsión meteorológica a largo plazo e intervenir a tiempo. Si no lo consigues, no queda más que recoger la cosecha verde y cuidar la maduración de los tomates en casa.
Una manzana ayudará
Lo mejor será colocarlas en un ambiente con una temperatura de unos 23 °C y colocar algunas manzanas cerca de ellas. Si solo tienes unos pocos tomates, puedes cubrirlos junto con la manzana con una tapa transparente para aumentar la eficacia del etileno que se libera de la manzana y favorecer la maduración de los tomates.
Quizás sea laborioso, ciertamente ese cuidado requiere ciertos conocimientos y buen criterio. Los tomates maduros, de los que probablemente tendríamos que olvidarnos sin estas medidas, seguro que nos vendrán muy bien.
Fuentes: gardenbetty.com, www.ceskestavby.cz, www.hobbyfarms.com
