¿Utilizas cosméticos y te maquillas todos los días? Cuidarse. Mucha gente olvida cómo usarlo correctamente y mantenerlo limpio. Este es un camino fácil hacia los problemas de salud. Parte del maquillaje puede ser un verdadero caldo de cultivo para las bacterias.

El maquillaje diario con sus productos favoritos es algo natural para muchas mujeres. Ya sea que vayas a parpadear o maquillarte seriamente, vale la pena asegurarte de que los productos que utilizas sean adecuadamente higiénicos. Mucha gente lo olvida, lo que puede tener consecuencias desagradables.

¿Cómo cuidas tus brochas de maquillaje? No olvides limpiarlos periódicamente.

Probablemente a nadie le sorprenda que las brochas que utilizamos para maquillarnos deban lavarse periódicamente. Esto se debe a que no solo les llega polvo, sino también bacterias nocivas para la salud. Por ello, debes limpiarlos al menos una vez a la semana. La forma más sencilla de hacerlo es remojar las cerdas con agua corriente y frotarlas con un jabón suave o un champú con una buena fórmula. También puedes conseguir una preparación especial. Luego enjuáguelos bien, exprima el exceso de agua y déjelos secar en posición vertical.

Las bacterias se encuentran en el 90 por ciento de ellos. Encontrarás la mayoría de ellos en estos productos.

No sólo los cepillos, sino también los propios neceseres requieren una limpieza frecuente. Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Aston encontró que el 90 por ciento de ellos albergaban una gran cantidad de bacterias, incluidas E. coli y otras responsables de infecciones de la piel, infecciones del tracto urinario e intoxicaciones alimentarias, entre otras. Las esponjas populares para aplicar maquillaje eran especialmente propensas a contaminarse y, en la mayoría de los casos, también estaban contaminadas con moho. Por eso, a la hora de limpiar tus brochas semanalmente, no olvides tu neceser y tu esponja de maquillaje.

¿Cuánto dura la máscara de pestañas? Cuando espese no cometas este error

La máscara de pestañas también es problemática en términos de mantenimiento. Pocas personas recuerdan que su vida útil suele ser de seis meses y que después suele espesarse. También ocurre cuando nos olvidamos de cerrarlo. Luego también ocurre que añadimos agua al recipiente para diluirlo. Este es un error que puede provocar muchas bacterias. Por lo tanto, si la tinta se espesa o endurece, es más seguro desechar el rímel. Alternativamente, si aún está vigente pero ha quedado inservible al no estar sellado, colocar la botella en agua caliente durante unos minutos. Debería recuperar su forma original. Además, no olvides lavar y secar el cepillo cada semana. De esta forma, no sólo lo mantendrás higiénicamente limpio, sino que también facilitarás su aplicación.

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