Cuando pensamos en los mejores postres para el verano, además de helado, nos viene a la cabeza la tarta de queso fría, con gelatina y fruta. La receta de tarta de queso fría es realmente muy sencilla, pero hoy os tenemos una tarta de queso en una versión que recuerdo de mi infancia. Tan cremoso y suave como no encontrarás en ninguna pastelería.

La tarta de queso fría no sólo tiene un sabor divino, sino que también tiene una característica que la convierte en un superhéroe entre las tartas: lucha eficazmente contra el calor sofocante, aportándonos alivio y frescura. La receta de una tarta de queso fría no es de las más difíciles y, muy a menudo, es la primera tarta que hacen los jóvenes pasteleros. Hoy tenemos para ti una receta igualmente sencilla de tarta de queso fría, pero sin duda más rica que las que has comido hasta ahora. En esta receta no hay ni un gramo de requesón, sino queso mascarpone aterciopelado.

Receta de tarta de queso fría: la mejor tarta para primavera y verano

Ingredientes:

  • 500 g de queso homogeneizado con sabor a vainilla,
  • 200ml de nata
  • 250 g de queso mascarpone,
  • 3 cucharadas de azúcar glass,
  • 1 cucharadita de azúcar de vainilla (puedes omitirla),
  • 2 cucharadas de gelatina,
  • agua caliente para disolver la gelatina (aproximadamente 1/3 taza),
  • bizcochos o galletas para el fondo,
  • además: 2 gelatinas de tu elección y unos 600 g de fruta de tu elección (te recomiendo fresas o arándanos).

¿Cómo hacer una tarta de queso fría? Método de preparación

  1. Comienza la preparación del bizcocho derritiendo la gelatina. Vierta el polvo en una cacerola y vierta aproximadamente 600 ml de agua hirviendo. Mezclar bien y dejar enfriar. Pero no dejes que empiecen a endurecerse. La gelatina colocada en el frigorífico se endurece relativamente rápido.
  2. Ahora prepara la masa de crema. Disolver la gelatina en agua caliente y dejar enfriar igual que la gelatina. Vierte la nata en un bol y bate con una batidora a velocidad alta hasta que esté firme. Luego agrega la cuajada de vainilla homogeneizada y el queso mascarpone y continúa mezclando a menor velocidad. Luego agregue el azúcar glass y de vainilla.
  3. Cuando la mezcla esté suave y esponjosa, agrega con cuidado y poco a poco la gelatina, sin dejar de mezclar a velocidad baja. Recomiendo añadirlo con una cuchara o verterlo en chorro muy fino.
  4. Preparar un molde para pasteles o una bandeja de horno y cubrirlo con bizcochos o galletas (es buena idea untar previamente con mantequilla el fondo para mantener las galletas en su lugar). Vierte con cuidado la mezcla de queso sobre los bizcochos y nivela la parte superior.
  5. Luego coloca la fruta de tu elección. Si vas a utilizar fresas, es una buena idea cortarlas por la mitad. Ahora vierte con cuidado la gelatina enfriada encima. Es mejor verterlo gradualmente con una cuchara honda, así la gelatina no se escurrirá por el fondo del pastel. Transfiera con cuidado la tarta de queso terminada al refrigerador. El bizcocho se debe refrigerar durante al menos unas horas.

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