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El joven de 27 años se volvió adicto a comer queso. Las consecuencias fueron desastrosas.

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Ya en su primer año de estudios, Adela tenía muchas ganas de queso. Lo comía todos los días y bastante. Sin embargo, no esperaba que su pasión se convirtiera en adicción. El resto de esta historia puede ser una advertencia para muchos de nosotros.

Adela Cojab comenzó a estudiar derecho en la Universidad de Nueva York y, aunque su historia de adicción ya se estaba desarrollando, no se dio cuenta. Compraba trozos de parmesano o queso cheddar todos los días y luego se los comía sola. No tuvimos que esperar demasiado para conocer las consecuencias.

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Un amor por el queso que acabó en sobrepeso y adicción

La historia de Adela, de 27 años, fue descrita por The New York Post. La joven estudiante de derecho admitió que pasó por tiendas de comestibles, compró queso y regresó a casa. Luego se sentaba en el suelo de una habitación oscura y se comía una porción entera de queso de una sola vez. Como admitió en retrospectiva, sabe que fue lo único que la hizo sentir completa hasta cierto punto.

Resulta que Adela podía comer hasta 5,5 bloques de queso en una semana. Además, había patatas fritas, y cuando intentó comer ensaladas acabó comiendo queso parmesano con salsa César y cerca había unas cuantas hojas de lechuga que se resistía a coger.

Al final, su peso aumentó significativamente y de una mujer que antes era delgada pasó a ser una joven con 78 kg de sobrepeso. Poco después dejó de menstruar y resultó que estaba en riesgo.

Adicción al queso. ¿Cómo funciona y es posible?

La familia, preocupada por la salud y el bienestar de Adela, la llevó a rehabilitación. Durante dos semanas de aislamiento bajo la supervisión de especialistas, la mujer luchó contra una adicción inusual y . Después de un tiempo, la joven de 27 años perdió peso y alcanzó los 55 kg.

La historia de Adela fue comentada por el Dr. Neal Barnard de la Facultad de Medicina de la Universidad George Washington, citado por The New York Post. El especialista indicó que la adicción al queso era provocada por una gran cantidad de grasas y sal, así como de caseína, es decir, proteínas.

– SEl medicamento contiene sustancias químicas opiáceas que se unen a los mismos receptores cerebrales a los que se une el fentanilo o cualquier otra droga. – explicó el Dr. Neal Barnard.

Resulta que debido a su alta concentración en el queso, puede ser tan fuerte que también se le conoce como “crack de leche”. Sin embargo, como ocurre con cualquier trastorno alimentario, se debe prestar especial atención a la psique. Gracias a especialistas, Adela ya conoció el mecanismo que la hacía alcanzar el queso. La causa fue un estrés severo y la búsqueda de una manera de afrontar el problema.

La dietista clínica Paulina Szymczak, que se ocupa del amplio campo de los trastornos alimentarios, también se pronunció sobre este tema. La especialista señala que la comida no es el problema y en una de sus publicaciones en redes sociales explica claramente a qué prestar atención.

Te enfermaste porque te faltaba aceptación de ti mismo y de quienes te rodeaban, amor, incluido el amor a ti mismo, y ser apreciado e importante. Trabaja en ti mismo y apártate del entorno que te enfermó, aunque sea por algún tiempo. Déjame cuidar de ti, porque eres importante y lo vales, y no podrás luchar contigo mismo y con tus necesidades desatendidas, porque es muy difícil. – escribe el dietista.

Antes de convertirse en especialista en este campo, Paulina Szymczak luchaba ella misma contra la enfermedad. Por eso hoy está claro que la anorexia o comer compulsivamente en exceso no es un «capricho de adolescente», sino una enfermedad mental grave. Por lo tanto, vale la pena buscar ayuda de psiquiatras y psicoterapeutas para descubrir el origen y deshacerse de la enfermedad.

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.