Cocina

Rejillas como nuevas! La suciedad no tiene ninguna posibilidad: estos son 7 trucos comprobados para las parrillas del horno sucias

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¿Cómo limpiar los depósitos rebeldes de la parrilla del horno? ¡Estas siete líneas te harán la vida más fácil y las rejillas quedarán como nuevas!

Los vapores, pero también la comida que se derrama de la bandeja, a veces pueden ensuciar mucho las rejillas del horno. Cuando luego lo enciendes a alta temperatura, toda la suciedad llega al fondo y el olor desagradable comienza a asentarse.

Todo buen cocinero lo sabe. Además, le sirven bien y durante mucho tiempo, y además, no afectan negativamente a la calidad de la comida. ¡Así que toma tus preparativos a mano y adelante!

1. Evaporación

La forma más sencilla de eliminar la suciedad es mediante vapor y calor. Para este método, necesitas dos bandejas para hornear grandes y agua, que se hierve en una olla a presión. Mientras tanto, enciende el horno a la temperatura más alta posible. Vierte agua caliente en las bandejas y colócalas dentro. Coloca uno en la rejilla y el otro en el fondo. Si tienes un horno de aire caliente, déjalo ventilar para que la temperatura se reparta mejor en el espacio. Déjalo así durante al menos 30 minutos, hasta que el agua se evapore adecuadamente y disuelva la suciedad.

Toma tus guantes y saca las sábanas primero. Extiende un trapo viejo o una toalla de papel sobre la encimera de la cocina y coloca las rejillas encima. Trabaja siempre con guantes para evitar quemarte, porque hay que limpiar las rejillas en caliente para quitar la suciedad. Si lava el horno con regularidad, todo lo que necesita hacer es limpiar los depósitos con un paño.

2. Bicarbonato de sodio y vinagre

De nuevo, trabaja sobre una superficie sobre la que puedas poner un trapo para evitar que se ensucie. Coloca rejillas encima y haz una mezcla de vinagre y bicarbonato de sodio. Haz una pasta espesa con ellos, que quedará un poco triste. Viértelo rápidamente sobre las rejillas y comienza a fregar con un cepillo. Luego frota las rejillas con un paño para eliminar las últimas impurezas.

3. Pasta de levadura en polvo

Enciende el horno a 200 grados y deja que se caliente. Mientras tanto, vierta cuatro paquetes de levadura en polvo en un bol y agregue agua poco a poco hasta formar una pasta espesa. Luego retira las rejillas y mientras aún estén calientes comienza a limpiarlas. Tome un cepillo de cerdas duras, sumérjalo en la pasta y luego comience a fregar. Si te queda poca mezcla limpiadora, agrega más y continúa hasta que se desprenda la suciedad.

4. Limpieza rápida en el lavavajillas

Si tiene un lavavajillas antes de limpiarlo, utilícelo también para ayudar a limpiar el horno. Retire las rejillas y colóquelas en la cesta inferior. Encima puedes añadir, por ejemplo, una sábana vieja o si además tienes las rejillas de la estufa obstruidas. Luego añade dos pastillas de lavado al cesto de los cubiertos, programa el programa con la temperatura más alta y comienza. Inmediatamente después de cocinar, retire las rejillas y límpielas nuevamente con un paño para eliminar todos los depósitos. Si aún se pegan al metal, frótalo nuevamente con un cepillo y levadura en polvo. Ahora todo irá mucho más rápido para ti.

5. Limpieza de 12 horas

La ventaja de esta limpieza es que puedes manipularla fácilmente directamente en el horno. Cuando lo apagues después de cocinarlo, déjalo enfriar un poco. Mientras tanto, vuelva a hacer una pasta con agua y levadura en polvo. Aplicarlo por todas las rejillas, cerrar el horno y dejar actuar toda la noche. El segundo día, enciende el horno a 150 grados y luego deja que se caliente durante 10 minutos. Después de apagar, frote las rejillas y limpie la suciedad. Al final rociar vinagre para eliminar los últimos depósitos.

6. Baño caliente

Si tienes el tuyo en casa, úsalo para limpiar las rejillas del horno. Llena el tuyo con agua caliente. Vierta vinagre, bicarbonato de sodio y detergente para lavavajillas. Déjalo actuar al menos seis horas y añade periódicamente agua caliente, que irá liberando poco a poco todas las impurezas. Luego coge un cepillo y al final frota bien todos los depósitos restantes.

7. Limpieza con pastillas para lavavajillas

Puedes hacer lo mismo con las pastillas para lavar platos. Suelen ser más fuertes, pueden eliminar incluso las impurezas más grandes y también eliminan las zonas grasosas. Echa tres pastillas en la bañera o en un recipiente grande y vierte agua caliente sobre ellas para disolverlas. Luego mézclalos y añade poco a poco una gota de agua para que las rejillas queden bien sumergidas. Déjalo actuar al menos dos horas y luego frótalos bien. Por último, debes lavar bien las rejillas con agua o dejarlas sumergidas en el baño sin ningún otro preparado, para que no huelan y no afecten el sabor de la comida cuando se enciende el horno.

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.