Esta receta de pastel de leche es increíblemente sencilla. Lo uso siempre que no tengo una idea de qué postre acompañar mi café. Se elabora a partir de unos productos básicos que siempre tendrás a mano, para que no tengas que preocuparte por compras adicionales. El bizcocho queda sumamente esponjoso, suave y dulce.

Los postres sencillos normalmente nos saben mejor. ¿Y hay algo más sencillo que un dulce elaborado con harina, azúcar, leche, mantequilla y huevos? Este pastel de leche seguramente atraerá no sólo a los amantes de la repostería casera, sino también a las personas que no tienen tiempo para hornear durante el día, pero que estarían tentadas de tomar algo sabroso con el café de la tarde.

El bizcocho queda ligero como una nube y sabroso. Nunca me canso de esta receta de postre.

El bizcocho de leche te deleitará con su estructura esponjosa y delicada. El postre es tan suave que literalmente se derrite en la boca, y su preparación es trivial: simplemente combine todos los ingredientes, vierta la mezcla terminada en el molde y póngala en el horno. Es un bocadillo sencillo y rápido para los invitados o una merienda para los miembros de la familia.

Ingredientes:

  • 360 g de harina de trigo,
  • 260 g de azúcar,
  • 80 gramos de mantequilla,
  • 250 ml de leche,
  • 4 huevos grandes,
  • 1 cucharadita de azúcar de vainilla,
  • 2 cucharaditas colmadas de levadura en polvo,
  • pizca de sal.

Pastel de leche excepcionalmente esponjoso. Método de preparación

Vierte la leche en una cacerola y agrega la mantequilla en cubos. Calentar, revolviendo constantemente, hasta que la mantequilla se derrita por completo. Retire la olla del fuego y deje el contenido a un lado para que se enfríe un poco. En el siguiente paso, mezcle la harina con el polvo para hornear.

Rompe los huevos en un bol. Agrega el azúcar regular y el de vainilla y una pizca de sal, luego bate los ingredientes hasta que queden esponjosos. Continuar vertiendo la mitad de la leche con la mantequilla.. Agrega lentamente la primera mitad de la harina, incluido el polvo para hornear. Mezclar, luego agregar el resto de la leche y los ingredientes secos restantes.

Combine todo bien hasta obtener una masa sin grumos. Vierta la masa terminada en un molde forrado con papel de horno. Coloca el molde en un horno calentado a 180 grados centígrados. Después de unos 40 minutos de horneado, deja enfriar el postre. En el último paso, espolvorear con azúcar glass, glaseado o decorar con nata montada y fruta. ¡Buen provecho!

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