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Esto es lo que pasa cuando bebes cerezas con agua fría con tu cuerpo

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Las cerezas son una fruta de temporada a la que asociamos el sabor del verano. Estas bolitas pequeñas, jugosas y dulces no sólo saben muy bien, sino que también son ricas en vitaminas y minerales que tienen un efecto positivo en nuestra salud. A pesar de sus numerosos beneficios, existe un mito muy extendido que ha sido controvertido durante años: la creencia de que no se deben beber con agua fría. ¿Es esto realmente motivo de preocupación?

Las cerezas y el agua fría no son la mejor combinación. ¿Por qué es mejor evitarlo?

Cuando éramos niños, muchos de nosotros escuchamos de nuestras madres y abuelas que las cerezas no se deben beber con agua fría, ya que esto puede provocar problemas estomacales. Aunque esto pueda parecer otro mito dietético, existe cierta base científica que explica estas advertencias.

Una de las principales razones por las que no se recomienda esta combinación es la diferencia de temperatura entre la fruta y la bebida consumida. Las cerezas se comen con mayor frecuencia a temperatura ambiente o ligeramente frías, mientras que el agua fría es mucho más fría que ellas. Esta diferencia de temperatura puede hacer que los músculos lisos de las paredes del estómago se contraigan, lo que, combinado con la dificultad para digerir la piel y la fibra contenida en las cerezas, puede provocar dolor abdominal e hinchazón.

“Las cerezas tampoco se deben tomar con agua, ya que esto puede provocar malestar estomacal. Las personas con problemas digestivos deben tener especial cuidado con esta mezcla explosiva. El agua y las cerezas equivalen a diarrea y dolor de estómago», afirmó la nutricionista Hanna Stolińska-Fiedorowicz en una entrevista para el periódico Wyborcza.

¿Por qué no beber cerezas con agua fría? Podría terminar con irritación del estómago.

Aunque actualmente no existe ninguna investigación científica concluyente que confirme directamente el daño de beber cerezas con agua fría, hay muchos indicios de que las personas con sistemas digestivos sensibles deberían evitar esta combinación. Los médicos suelen recomendar evitar cambios extremos en la temperatura de los alimentos consumidos, ya que esto puede provocar irritación del estómago y los intestinos.

Una alternativa para quienes quieran beber después de comer cerezas puede ser agua a temperatura ambiente o té tibio. Las cerezas se pueden consumir en cantidades más pequeñas, lo que reduce el riesgo de sufrir problemas digestivos desagradables.

¿Por qué comer cerezas? Son un auténtico tesoro de salud.

A pesar de algunas controversias, cabe destacar que las cerezas son un verdadero tesoro de nutrientes. Contienen una gran cantidad de vitaminas A y C, vitaminas del grupo B, además de minerales como potasio, fósforo, calcio, yodo y hierro. También contienen flavonoides, que tienen fuertes propiedades antioxidantes. Gracias a ello, las cerezas pueden tener un efecto beneficioso no sólo en nuestra salud y bienestar, sino también en nuestro aspecto.

Estas frutas del Cáucaso tienen un efecto beneficioso sobre el sistema cardiovascular. Ayudan a reducir la presión arterial, fortalecer los vasos sanguíneos y regular los niveles de colesterol. También apoyan la actividad de la glándula tiroides y regulan el metabolismo. Tienen un efecto diurético, beneficioso para los riñones y el sistema urinario. Tienen un índice glucémico bajo, lo que los hace aptos para un consumo moderado incluso para personas con diabetes.

Además, las cerezas ralentizan el proceso de envejecimiento del organismo protegiendo las células de los radicales libres y reduciendo el riesgo de cáncer. También tienen un efecto beneficioso sobre la piel, alisando las arrugas y previniendo su formación. Están especialmente recomendados para personas que luchan contra la artritis, gracias al alto contenido en vitamina B5, que ayuda a tratar esta enfermedad.

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.