Limpiar el horno puede ser realmente agotador, pero con nuestros consejos probados, este proceso será rápido y sencillo. Descubre cómo conseguir un brillo radiante de tu horno sin esfuerzos innecesarios y en el mínimo tiempo.
El horno es uno de los lugares más contaminados de la cocina. La limpieza requiere un mantenimiento regular, lo que puede resultar muy agotador y llevar mucho tiempo. ¿Conoce a alguien a quien le gustaría limpiar el horno? Probablemente ťžko…
Este procedimiento le mostrará cómo dominar esta difícil tarea de forma rápida y sencilla.
Limpieza exprés de hornos
Que necesitarás:
- Un cuarto de taza de levadura en polvo
- 250 ml de amoniaco
- litro de agua caliente
- 2 recipientes resistentes al calor
Limpiar el cristal del horno
- Agrega agua al polvo para hornear y mezcla hasta obtener la consistencia de una crema.
- Aplica esta mezcla sobre el cristal del horno.
- Déjalo actuar durante media hora.
- Limpie bien con un paño o una esponja.
El cristal quedará increíblemente limpio. ¿Pero parecía que ya nada podía limpiarlo?
Limpiar el interior del horno
- Precalienta el horno a 150 grados.
- Vierta un litro de agua caliente (hirviente) en un recipiente.
- Vierta una taza de amoníaco en el segundo recipiente.
- Apague el horno.
- Coloca el amoniaco en la bandeja para hornear en el medio del horno, el agua en la parte inferior.
- Cierra el horno y vete a dormir (esta es la parte tentadora de la limpieza, ¿no estás de acuerdo?).
- A la mañana siguiente, añade un poco de detergente al amoniaco y utiliza esta mezcla para limpiar las paredes del horno con una esponja o algo duro.
Y eso es todo. Como puedes ver, no es tan difícil. Solo ten cuidado, no olvides ventilar la cocina de los vapores de amoníaco y trata de no inhalarlos. Puedes intentar usar bicarbonato de sodio en lugar de amoníaco. Agrega agua al bicarbonato de sodio, aplica la mezcla en las paredes del horno y déjala actuar; la limpieza será más fácil.
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