La cocina eslovaca está indisolublemente ligada a las patatas. Para la cena los preparamos de muchas formas y con diversos ingredientes. Resulta que la forma en que llevamos años preparándolos, es decir, cocinándolos, se puede modificar de una forma interesante en beneficio de nuestra salud.

Las patatas son una rica fuente de almidón, que aporta al cuerpo la energía que necesita para funcionar correctamente. También son una excelente fuente de vitaminas como la vitamina C y la vitamina B, que apoyan el sistema inmunológico y el metabolismo. Además, contienen una cantidad importante de potasio, que regula la presión arterial y favorece el funcionamiento del sistema nervioso. Comer patatas hervidas enriquece la dieta con fibra, que tiene un efecto beneficioso sobre la digestión y la regulación de los niveles de colesterol en sangre. Por eso, merece la pena cocinarlos para que queden lo más sanos posible, y añadirles sal muchas veces interfiere en nuestros planes.

El efecto de la sal en el cuerpo humano: ¿por qué nos daña el exceso? Vale la pena sustituirla por otra especia.

La sal es la principal fuente de sodio, el cual es un componente esencial para el buen funcionamiento del organismo. Sin embargo, el exceso de sal es perjudicial para la salud.

Según las recomendaciones de la OMS y sociedades científicas, así como los estándares nutricionales del Programa Nacional de Alimentación, la ingesta de sal (cloruro de sodio) no debe exceder los 5-6 g/día (1 cucharadita). En Eslovaquia, el consumo de sal duplica los niveles recomendados.

El exceso puede provocar un aumento de la presión arterial, lo que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, además de muchas otras enfermedades. Por eso, en lugar de sal a la hora de cocinar verduras, conviene recurrir a especias interesantes y saludables que darán a los platos un sabor único.

¿Puedes cocinar patatas sin sal? De ahora en adelante, agrega los ingredientes vegetales.

Si limita su consumo de sal o le preocupa que las patatas estén demasiado saladas, existen muchas formas alternativas de darles un sabor y aroma únicos. Puedes cocinarlos en un caldo de hierbas aromáticas, lo que les dará un sabor distintivo incluso sin añadir sal.

Para preparar patatas en caldo de hierbas, simplemente ponga las patatas peladas y cortadas uniformemente en una olla, cúbralas con agua y agregue algunos ingredientes aromáticos. Puedes utilizar hojas de laurel, romero, pimienta de Jamaica y una ramita de eneldo fresco.

¿Cómo cocinar correctamente las patatas con piel? no necesitas sal

A partir de ahora, a la hora de preparar la cena, opta por las llamadas patatas con piel. Cocinarlos enteros, sin pelar, puede resultar beneficioso por varios motivos. En primer lugar, la piel de esta verdura es rica en nutrientes como fibra, vitaminas y minerales, por lo que merece la pena conservarla. En segundo lugar, cocinar las patatas con piel ayuda a retener más sabor y nutrientes de la verdura y también la protege de la cocción excesiva. De este modo, los alimentos seguirán siendo sabrosos y saludables incluso sin sal de mesa adicional.

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