Consejos útiles

Fumigación otoñal de árboles frutales: protección contra enfermedades y plagas.

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Con la llegada del otoño es la época ideal para aplicar pulverizaciones a árboles frutales. Este procedimiento ayuda a proteger los árboles de enfermedades peligrosas que pueden atacar las plantas durante el invierno y al mismo tiempo previene la propagación de plagas. La fumigación en otoño es especialmente importante para el desarrollo saludable de los árboles en la siguiente temporada.

¿Por qué son importantes los aerosoles de otoño?

Las pulverizaciones sobre árboles frutales realizadas en otoño proporcionan una protección eficaz contra plagas, condiciones climáticas adversas y diversas enfermedades, como el cáncer bacteriano, la curvatura de las hojas o la sarna del manzano. No realizar estas fumigaciones puede provocar una reducción del rendimiento y daños en hojas, ramas e incluso árboles enteros. El otoño es también la época en la que este cuidado es más cuidadoso con las plantas y el medio ambiente, ya que la fumigación no pone en peligro los frutos ni los polinizadores.

Protección contra el cáncer bacteriano de los árboles.

El cancro bacteriano ataca a varios árboles frutales, como cerezas, guindas, melocotones y albaricoques. Los patógenos que causan esta enfermedad sobreviven el invierno en las ramas y cogollos, por lo que es mejor fumigar en otoño, después de que se haya cosechado el fruto y se hayan caído las hojas. Los síntomas se manifiestan por la muerte gradual de las flores, lo que conduce al deterioro del estado de toda la planta.

Protección contra el enrollamiento de las hojas

La curvatura de las hojas es otra enfermedad grave que afecta principalmente a los melocotones. Es causada por hongos patógenos que también pasan el invierno en yemas y ramas. La fumigación se realiza en otoño, cuando es más eficaz. La enfermedad provoca el oscurecimiento y la deformación de las hojas, que posteriormente caen, lo que puede debilitar todo el árbol.

Spray contra la sarna de la manzana

La sarna de la manzana es una enfermedad bacteriana que afecta las hojas y frutos de las manzanas. Los patógenos sobreviven el invierno en las hojas caídas y atacan los nuevos brotes en la primavera. Sin protección, los árboles pueden producir frutos débiles, pequeños y deformes. Por lo tanto, la fumigación otoñal es crucial para la protección contra esta enfermedad.

¿Con qué rociar los árboles frutales en otoño?

En otoño se utilizan dos preparados principales: aerosoles de cobre y urea. Ambos tienen su uso específico para proteger los árboles de las enfermedades descritas y garantizar una cosecha de alta calidad el año siguiente.

Aerosoles con preparaciones de cobre.

Lo ideal es rociar con productos de cobre, como fungicidas de cobre, en noviembre. Esta preparación tiene fuertes efectos antibacterianos y fungicidas, lo que la hace eficaz contra el cáncer bacteriano y la curvatura de las hojas. Antes de la aplicación es necesario mezclarlo en agua según las instrucciones del fabricante y luego rociar todas las ramas del árbol.

Pulverizar con urea contra la sarna.

Para combatir la sarna del manzano, se recomienda pulverizar con urea en la segunda quincena de noviembre, antes de que caigan las hojas. Este aerosol ayuda a acelerar la descomposición de las hojas, eliminando así un ambiente adecuado para los patógenos que hibernan. La pulverización se realiza con una solución de urea al 5%, con la que cubrimos las hojas del árbol.

En breve

La fumigación otoñal es un paso clave en el cuidado de los árboles frutales, ya que ayudan a protegerlos contra enfermedades graves como el cáncer bacteriano, la curvatura de las hojas o la costra del manzano. El uso de aerosoles de cobre y urea asegurará que sus árboles estén sanos y listos para la próxima temporada.

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.