Consejos útiles

Riegue las plantas que hibernan con este fertilizante. Tendrás una buena cosecha el año que viene.

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Con la llegada del otoño, los jardineros de toda Eslovaquia se preparan para la temporada clave de fertilización. Este período es ideal para fortalecer los cultivos que pasarán el invierno y así aumentar sus posibilidades de sobrevivir a los meses fríos. Los cultivadores experimentados destacan la importancia de la fertilización, que aumenta la resistencia de las plantas y mejora la cosecha futura.

¿Por qué es necesaria la fertilización otoñal?

La fertilización en otoño es esencial porque permite que las plantas debilitadas se preparen para la dura temporada invernal. Los cultivos que no son lo suficientemente fuertes pueden tener problemas para regenerarse en la primavera, lo que resulta en bajos rendimientos o incluso fracasos. Al fertilizar, las plantas reciben los nutrientes necesarios que apoyan su sistema inmunológico y aumentan la resistencia a las enfermedades.

Humato de fósforo, potasio y sodio.

Además del uso habitual de fósforo y potasio, que es la base para el correcto desarrollo de los cultivos, hoy en día muchos expertos también recomiendan el humato de sodio. Esta preparación relativamente nueva ha ganado popularidad entre miles de jardineros por su alta eficacia. El humato de sodio mejora la estructura del suelo y contribuye a su fertilidad, apoyando así el crecimiento de los cultivos.

Cómo funciona el humato de sodio

Los humatos son sustancias orgánicas que se forman durante la descomposición de residuos vegetales. Mejoran las propiedades del suelo y permiten así que las plantas utilicen mejor los nutrientes. La aplicación de humato de sodio en otoño, especialmente durante septiembre y principios de octubre, aumenta significativamente las posibilidades de una invernada exitosa de los cultivos, incluso en caso de clima impredecible y poca nieve.

Los jardineros con muchos años de experiencia recomiendan rociar los cultivos que hibernan con humato de sodio. Este spray se aplica a una variedad de frutas y hierbas como fresas, grosellas, ciruelas, cerezas, manzanas y melazas. La dosificación es sencilla: 2 cucharadas de humato por cada 10 litros de agua son suficientes para una fertilización eficaz.

Obtendrá el mejor resultado si primero agrega materia orgánica al suelo, como humus, turba, estiércol añejo o hojarasca. Estos materiales mejorarán aún más la estructura del suelo y garantizarán condiciones óptimas para el crecimiento de los cultivos el año siguiente.

En breve:

La fertilización otoñal es la clave para que los cultivos pasen el invierno con éxito y aumenten los rendimientos. El uso de humato de fósforo, potasio y sodio aumenta la resistencia de las plantas, mejora su capacidad para absorber nutrientes y asegura una mejor fertilidad del suelo.

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.