Básicamente vierto los huevos en un colador. Sacudirás la cabeza con incredulidad ante el resultado.
A la hora de cocinar aparecen diversos trucos que pueden mejorar notablemente nuestros resultados de cocina. Uno de estos trucos innovadores es utilizar un colador a la hora de preparar los huevos. Este método inusual pero eficaz de cocinar huevos tiene su origen en Alemania del Este y produce excelentes resultados. Veamos cómo funciona esta técnica y cómo puedes utilizarla en tu cocina.
Técnica del colador
Usar un colador al preparar huevos permite un mejor control sobre el proceso de cocción y asegura una distribución uniforme del calor. De esta forma podrás conseguir huevos perfectamente cocidos con un borde crujiente y un centro tierno.
Proceso de preparación
- Preparación de colador y sartén: Prepara un colador de agujeros finos y una cacerola. El colador debe ser lo suficientemente fino como para pasar solo la clara y retener la yema.
- Verter huevos: Rompe los huevos en un colador colocado sobre la sartén. La clara de huevo se deslizará lentamente a través de los agujeros hacia la sartén.
- Cocinando: Una vez que las claras comiencen a cuajar, transfiere los huevos del colador directamente a la sartén. Continúe cocinando hasta que el huevo alcance la consistencia deseada.
- Condimento: Sazone según sus preferencias con sal, pimienta y posiblemente otros ingredientes.
Ventajas de este método
Usar un colador al cocinar huevos tiene varias ventajas:
- Menos aceite: Este método requiere menos aceite, que es más saludable y bajo en calorías.
- Bordes crujientes: Los huevos obtienen un borde crujiente y un centro esponjoso, lo que resulta muy atractivo tanto en sabor como visualmente.
- Simplicidad y pureza: Este procedimiento es menos complicado y fácil de limpiar.
Más consejos y trucos
Además de utilizar un colador, existen muchas otras formas de mejorar la preparación de los huevos: añadiendo hierbas frescas como cebollino o perejil y diversas especias puede enriquecer mucho el sabor de los huevos. Quesos como el parmesano, el feta o el cheddar pueden darle a los huevos una textura cremosa y un sabor intenso. Usar aerosoles para cocinar en lugar de mantequilla o aceite puede reducir el contenido calórico de un plato.
Al cocinar huevos, puedes experimentar con diferentes ingredientes para encontrar la combinación ideal de sabores. Agregar verduras picadas como tomates, espinacas o champiñones puede aportar nutrientes y mejorar la textura del plato. Para los amantes de la carne se pueden añadir trozos de tocino, jamón o pollo. Pruebe diferentes salsas como salsa, pesto o salsa de soja para obtener nuevas variaciones de sabor.
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