Cocinar caldo claro es un arte que requiere paciencia y precisión, pero el resultado culinario vale la pena. Se ha convertido en un ritual de cocina en muchos hogares. El caldo fresco, aromático y sin depósitos es un auténtico manjar que hará las delicias de tu paladar y que querrás disfrutar no sólo durante el almuerzo del domingo. ¿Cómo deshacerse de los depósitos en el caldo? Utilice un truco sencillo.

El caldo perfecto es claro.

Aquí tienes una sopa casera que se puede servir con éxito a diario y en ocasiones especiales. Sin embargo, durante su preparación se deben seguir varias reglas que asegurarán el éxito culinario. La claridad del caldo no es sólo una cuestión de estética. Si se prepara adecuadamente, no sólo es más sabroso, sino también más suave y de sabor más refinado.

Muchos cocineros utilizan un colador para eliminar los sedimentos durante la cocción. No es un error, pero lleva mucho tiempo. Es mucho trabajo que puede privar a la sopa de culto de toda la diversión. Hay formas inteligentes de saltarse este paso.

¿Qué tipo de carne para el caldo? Un error te añadirá trabajo

Probablemente el más popular sea el caldo de ave, aunque algunas personas optan por el caldo de carne. Pero sobre todo hay que recordar que Nunca debes cocinar caldo de carne congelada.. Si lo sacas del congelador, asegúrate de que se descongele por completo y alcance la temperatura ambiente. De la carne congelada se liberan más depósitos, lo que le quita el encanto incluso a la mejor receta.

¿Cómo preparar el caldo para que quede claro? Doble cocción

Hay que prepararse para el hecho de que el caldo perfecto requiere un tiempo de cocción prolongado. Si tomas atajos, no lograrás una experiencia de sabor excelente. Si desea hacer un caldo claro, utilice método de doble cocción. ¿Qué incluye?

Cubre la carne con agua fría y cocina por 20 minutos. Pasado este tiempo, vierte el líquido, enjuaga la carne y cubre con agua limpia. Entonces podrás empezar a cocinarlo correctamente. De esta forma se reduce al mínimo la cantidad de sedimentos en el caldo.

No todos los cocineros conocen este truco.

Sin embargo, siempre puede ocurrir que durante la cocción se vea espuma no deseada en la superficie del caldo. Resista la tentación de alcanzar el colador. En su lugar, bata la clara de huevo con el caldo caliente.

No afectará de ninguna manera el sabor del caldo. Cuando comienza a precipitar, las proteínas absorben el sedimento. Después de un rato, simplemente sáquelo moviendo la cuchara. Cabe recordar que este es un método probado incluso con caldo demasiado salado o demasiado graso.

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