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Cómo procesar ajo en julio: un arma secreta para una súper cosecha

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Julio es un mes crítico para el ajo, cuando la planta completa su temporada de crecimiento y comienza a formar cogollos.

En este momento, el ajo es especialmente vulnerable a diversas enfermedades y plagas, que pueden reducir significativamente el rendimiento.

Los jardineros experimentados saben que el procesamiento adecuado del ajo en pleno verano puede ser la clave para una cosecha rica y saludable.

¿Qué medios y métodos son más eficaces para proteger este cultivo aromático?

Prevención de enfermedades fúngicas.

El clima húmedo y cálido de julio crea las condiciones ideales para el desarrollo de enfermedades fúngicas del ajo, como el fusarium y la podredumbre gris.

Para prevenir estos problemas es eficaz el uso de caldo bordelés o sulfato de cobre.

El tratamiento debe realizarse por la noche para evitar quemaduras en las hojas. La solución se prepara a razón de 100 gramos de sulfato de cobre por 10 litros de agua.

Control de plagas

La mosca de la cebolla y el nematodo del ajo son los principales enemigos del ajo a mediados del verano. Para combatirlos se utilizan remedios tanto químicos como caseros.

Se considera eficaz rociar las plantas con una solución de mostaza en polvo (100 gramos por 10 litros de agua) o infusión de ajo.

Este último se prepara infusionando 200 gramos de clavo machacado en 10 litros de agua durante 24 horas.

Alimentación para mejorar el crecimiento.

Julio es el último mes en el que el ajo gana masa activamente. Para potenciar el crecimiento de las cogollos, es eficaz el uso de fertilizantes de potasio y fósforo.

Puede utilizar fertilizantes complejos ya preparados o preparar usted mismo una solución mezclando 30 gramos de superfosfato y 15 gramos de sulfato de potasio por 10 litros de agua. La fertilización se realiza regando desde la raíz.

Tratamiento para las hojas amarillentas.

El color amarillento de las hojas de ajo en julio puede ser un signo de deficiencia de nitrógeno o daño por nematodos.

Para solucionar este problema, es eficaz utilizar una solución de urea (20 gramos por 10 litros de agua) como abono foliar. La pulverización se realiza por la noche, evitando el contacto de la solución con las cabezas de ajo.

Protección contra quemaduras solares

En los días calurosos de julio, el ajo puede sufrir quemaduras solares, especialmente si las plantas han sido debilitadas previamente por enfermedades o plagas.

Para protección, se puede utilizar una solución de nitrato de calcio (20 gramos por 10 litros de agua), que fortalece las paredes celulares de las plantas y aumenta su resistencia a las altas temperaturas.

Tratamiento para infecciones bacterianas.

Las enfermedades bacterianas pueden ser un problema grave para el ajo en pleno verano.

Para la prevención y el tratamiento, es eficaz el uso de una solución de yodo (10 ml de yodo por 10 litros de agua) o permanganato de potasio (solución de color rosa claro).

Estos productos tienen un poderoso efecto antibacteriano y ayudan a prevenir el desarrollo de infecciones.

Acolchado para retener la humedad

Aunque el acolchado no es un tratamiento directo para el ajo, este método es esencial en julio para retener la humedad del suelo y evitar que el sistema de raíces se sobrecaliente.

Como mantillo, puede utilizar hierba cortada, paja o materiales especiales de mantillo, colocándolos en una capa de 2-3 cm entre las hileras de ajo.

Tratamiento con estimulantes del crecimiento.

Para fortalecer la inmunidad de las plantas y estimular el crecimiento de las cabezas de ajo en julio, se pueden utilizar estimulantes biológicos del crecimiento, como Epin o Zircon.

Estos medicamentos ayudan a las plantas a afrontar mejor los factores de estrés y aumentan su resistencia a las enfermedades.

Antes os contamos cómo son las sandías.

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.