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¿Cuándo es la mejor época para comer patatas? El nutricionista explica

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¿Te gustan las papas? ¿Sabes cuándo es mejor consumirlos?

La mayoría de la gente lo asocia con la cena. Normalmente los comemos como guarnición de sopa o como segundo plato. También se pueden consumir como comida aparte, por ejemplo en forma de pudín, tortitas o albóndigas de Silesia. En la cena comen con mucha menos frecuencia y las patatas para lechuga romana aún pueden causar una sorpresa considerable. Sin embargo, todo esto es sólo una cuestión de costumbre. ¿Y en qué momento del día debemos comerlos según los expertos?

¿Cuándo es la mejor época para comer patatas?

De hecho, las patatas son densas, tienen pocas calorías, son de fácil digestión y muy saludables. Están disponibles todo el año y son baratos, por lo que vale la pena comerlos con regularidad. Pero ¿cuándo es la mejor época para comer patatas? No necesariamente para cenar.

Las patatas, aunque a menudo se subestiman, son un componente clave de una dieta sana y equilibrada: contienen las vitaminas, minerales, fibra y almidón que necesitamos. Y no tienes por qué limitarte a comerlos únicamente en sopa o como segundo plato. De hecho, las patatas son estupendas para el desayuno y la cena, así como para antes o después del entrenamiento. Ewa Trusewicz, dietista clínica y experta en la campaña «¿Patatas o patatas? Elige, prueba y come», explica en qué forma se consumen mejor.

Tomates

En la primera comida del día es bueno combinar carbohidratos con proteínas y/o grasas para que el nivel de glucosa en sangre se estabilice por la mañana. – Recomiendo combinar patatas con huevos preparando frittatas, tortillas o tortitas de patata al horno con yogur griego. Hay muchos huevos, donde la energía de las patatas se liberará gradualmente, lo que suprimirá el rápido aumento del nivel de glucosa en sangre. De esta forma no sentirás sueño después del desayuno”, afirma el experto.

Alimentación antes del entrenamiento

La función más importante de la comida pre-entrenamiento es proporcionar energía. Al mismo tiempo, es importante no sobrecargar el sistema digestivo. Por lo tanto, este alimento debe ser fácilmente digerible y contener proteínas y carbohidratos simples y complejos.

– Antes de entrenar, recomiendo patatas asadas con piel con queso campestre o pescado y ensalada, o ensalada de patatas con verduras y proteínas (por ejemplo, con salchicha, tofu, requesón o garbanzos) y salsa de yogur. La ventaja de estos alimentos es que tienen una baja carga glucémica, lo que significa que mantendrás la energía y la fuerza durante todo el entrenamiento durante más tiempo, asegura la experta en nutrición.

Después de un entrenamiento intensivo, necesitamos reservas adicionales de glucógeno (una forma de azúcar almacenada directamente en los músculos). Cuando estos recursos se agotan como consecuencia de la actividad física, es importante aportar al organismo suficientes carbohidratos. Ayudan a restaurar el glucógeno, lo que acelera el proceso de regeneración. Esto es especialmente importante después del entrenamiento de fuerza, durante el cual también es necesario complementar las proteínas, que son esenciales para desarrollar y restaurar el tejido muscular.

Entonces las patatas con un índice glucémico más alto, es decir, calientes, son la opción ideal. Puedes servirlos como puré de patatas con albóndigas, patatas hervidas con kéfir o requesón. También puedes disfrutar de empanadillas de patata con salsa de carne o de sopa cremosa de patata con albóndigas o lentejas. Es importante que una de estas comidas contenga una fuente de carbohidratos y proteínas, afirma el experto.

Hora de comer

Las patatas hervidas y al horno son ideales para el almuerzo. ¿Por qué? Las patatas son una excelente fuente de almidón. El almidón es una forma de carbohidratos que se digiere lentamente, lo que se manifiesta en una sensación de saciedad más prolongada. Los estudios demuestran que las patatas tienen un índice de saciedad muy alto en comparación con otros productos con carbohidratos. Por este motivo, los alimentos a base de patata sacian el hambre durante mucho tiempo y pueden protegernos eficazmente de comer en exceso entre horas. Gracias a ellos ganaremos fuerza para afrontar futuros retos en la segunda mitad del año», asegura Ewa Trusewicz.

Al añadir a las patatas una fuente de proteínas (por ejemplo, lentejas o carne) que, al igual que el almidón de las patatas, proporciona una sensación de saciedad, aumenta el valor nutricional del alimento. Las verduras en forma de lechuga nos aportarán importantes vitaminas, minerales y fibra. No debemos olvidarnos de las grasas (por ejemplo, el aceite), que permiten una mejor absorción de las vitaminas liposolubles: A, D, E, K. Una cena de patatas preparada de esta forma nos aportará un amplio espectro de nutrientes, a la vez que resulta sabrosa y saciante.

Cena

Es bueno acabar con la lluvia con una cena ligera y saludable, por ejemplo, patatas servidas frías. Cuando las patatas hervidas se enfrían, parte del almidón se convierte en almidón resistente. Es una forma única de almidón que no absorbemos. Los productos que contienen almidón resistente tienen un índice glucémico más bajo, lo que conduce a un menor aumento del nivel de glucosa en sangre después de una comida. Además, proporciona nutrición a las bacterias intestinales buenas (similar a la fibra), que favorece nuestra microflora intestinal, explica el experto en nutrición.

Por tanto, diferentes ensaladas de patatas serán ideales para la cena. Podemos añadirles diversas verduras y proteínas en forma de huevos, atún, tofu o pollo y rociar todo con un aderezo aromático a base de aceite o yogur natural.

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.