Cocina

¡De esta manera nunca más volverás a tener una fuga! TRUCOS de Top Chef para obtener el queso frito perfecto que se derrite en la boca (+ las mejores recetas de queso frito)

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Aunque una alimentación equilibrada y saludable está pasando a primer plano, nadie puede resistirse a un buen queso frito. ¿Sabes cómo prepararlo para que no gotee y el envoltorio quede maravillosamente crujiente? ¡Prueba estos trucos probados!

La delicia tradicional tiene su propia historia.

Los ñoquis y pierogi de Bryndza se consideran nuestros platos tradicionales. Sin embargo, si nos damos cuenta de lo que aparece con mayor frecuencia en los platos eslovacos, ciertamente no serían estos dos favoritos. Desde este punto de vista, nuestro plato nacional sería sin duda el queso frito, con el que cada uno de nosotros peca al menos una vez al año.

Podría parecer que sólo se convirtió en tendencia en el período de posguerra. Bueno, en realidad no se trata de ninguna comida moderna. Se ha preparado en diferentes épocas del mundo incluso desde la Edad Media. Era conocido en América, pero también en Grecia. Apareció en nuestra región ya en el período de entreguerras.

A diferencia de otros países, se sirve con otras guarniciones. Son tradicionales las patatas fritas y la salsa tártara, en lugar de las cuales se suele servir algún tipo de aderezo. El queso frito ganó popularidad también porque representaba una alternativa más barata a los cortes. Poco a poco fueron modernizando este plato de diversas formas. La tendencia actual es prepararlo con quesos caseros eslovacos de alta calidad, que tienen un sabor más pronunciado.

¿Cuánto quiere el gato queso para freír?

El mayor problema de freír queso es que se esparce durante la preparación. Por lo tanto, es muy importante que elijas el tipo correcto. La mayoría de las veces preparamos el edam de esta manera. Tiene una buena consistencia, un sabor más pronunciado, soporta temperaturas tan altas y no se esparce.

También puedes optar por productos tipo gouda u otras alternativas como niva, feta o mozzarella. Los quesos bajos en grasa no son aptos para freír porque se derriten rápidamente. Así que asegúrese también de que tengan al menos un 30 por ciento de grasa.

4 trucos para evitar que el queso se escape durante la fritura

1) Cubrir el queso dos veces. Cuando termines la primera vuelta, vuélvela a pasar por huevo y cúbrela por pan rallado. Además, la triple capa quedará más fuerte y el queso mantendrá su forma.

2) Antes de servir, mete el queso en el congelador durante 20 minutos. Será más fuerte y no se derretirá en el aceite.

3) Sumergir el queso en aceite bien calentado. Si no estuviera lo suficientemente caliente, se desharía durante la fritura.

4) Tener suficiente aceite en la sartén para que el queso quede completamente sumergido en ella y así se prepararía más rápido.

Recetas de queso frito

1. Edam o gouda frito

Para el queso frito se utiliza la triple capa más tradicional, compuesta por harina, huevos y pan rallado. También en este caso se pueden utilizar diversas mejoras, como añadir leche a los huevos o especias o hierbas al pan rallado. También puedes utilizar pan rallado panko o copos de maíz.

Ingredientes para queso frito:

  • edam (o gouda)
  • harina normal
  • un huevo
  • migas de pan
  • aceite

Acercarse:

1) Cortar el queso en rodajas.

2) Cúbrelas con harina común, huevo y pan rallado. Volvemos a mojar el queso así preparado en el huevo y lo cubrimos con pan rallado.

3) Pon el queso preparado en el congelador durante 20 minutos.

4) Calentar el aceite en una sartén honda (o freidora) y freír el queso hasta que esté dorado.

Con el tiempo, el queso empezó a servirse con diversas mejoras. La adición de jamón es muy popular. Puedes ponerlo encima o entre dos rodajas de edamame. De esta forma puedes inventar otros rellenos, por ejemplo con tocino, hierbas o champiñones asados.

2. Freír la llanura aluvial

Una idea interesante es también la fritura de quesos azules. El camembert sabe muy bien así, pero nuestra niva favorita también es un éxito.

En este caso, sin embargo, hay que tener aún más cuidado para que el queso no se esparza. También es buena idea utilizar una masa que no sólo resulte interesante en cuanto a sabor, sino que también mantenga el queso en buena forma. Después de asarlo te sorprenderá gratamente con un gran sabor, porque después de cortarlo quedará fibroso y aún más pronunciado.

Cortamos la llanura aluvial en trozos más pequeños para que se puedan observar mejor. Lamentablemente, procedemos con la preparación como con el clásico queso frito. Así lo envolvemos en triple wrap y lo freímos en aceite hasta que esté dorado.

3. Muzzarella frita

La mozzarella frita también es muy popular. Generalmente se sirve cortado en patatas fritas más grandes, que luego se pueden comer con las manos. Sin embargo, a la hora de prepararlo no olvides un detalle muy importante.

La mozzarella en salmuera, que se suele comprar en las tiendas, no se utiliza para freír. Debes encontrar uno que parezca un queso duro y que no esté empapado en ningún líquido. También se utiliza en todos los platos italianos donde se debe rallar. Tiene una consistencia más firme y se coloca mejor en paquetes de tres.

Materias primas:

  • queso Mozzarella
  • harina normal
  • un huevo
  • migas de pan
  • aceite

Acercarse:

1) Cortar la mozzarella en palitos finos.

2) Cúbrelas con harina común, huevo y pan rallado. Volvemos a mojar el queso así preparado en el huevo y lo cubrimos con pan rallado.

3) Pon los palitos de mozzarella preparados en el congelador durante 20 minutos.

4) Calentar el aceite en una sartén honda (o freidora) y freír los palitos hasta que estén dorados.

4. Queso Olomouc frito

También tenemos un consejo para los gourmets. Los quesos de Olomouc no gustan a todos los paladares. Su distintivo aroma se vuelve aún más fuerte durante el tratamiento térmico. Pues si te encantan no podrás resistirte a ellas ni siquiera en su versión frita.

Materias primas:

  • queso de olomouc
  • harina normal
  • un huevo
  • migas de pan
  • aceite

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Acercarse:

1) Cortar el queso en rodajas.

2) Cúbrelas con harina común, huevo y pan rallado. Volver a pasarlas por huevo y rebozarlas en pan rallado.

3) Pon las ruedas preparadas en el congelador durante 20 minutos.

4) Calentar el aceite en una sartén honda (o freidora) y freír los quesos hasta que estén dorados.

Le aconsejaremos un truco arriba. Prepáralos rebozados, en los que también echas un poco de cerveza. No olvidarás pronto esa deliciosa combinación.

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.