Consejos útiles

El lado rallador que nadie usa y que más puede ayudar

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Cada uno de nosotros tiene varios electrodomésticos en la cocina con los que podemos picar, mezclar, rebanar o rallar. Los procesadores de alimentos modernos equipados con una amplia gama de accesorios están diseñados para ahorrarnos tiempo y energía. A pesar de todos estos artilugios tecnológicos, a menudo encontramos en nuestras cocinas una herramienta sencilla pero extremadamente útil: un rallador cuadrado.

El clásico rallador, que desde hace generaciones no decepciona, se puede encontrar en casi todos los hogares. Tiene cuatro lados diferentes, cada uno de los cuales está diseñado para un tipo diferente de rejilla. Sin embargo, en realidad sólo utilizamos dos, máximo tres lados. El cuarto, aún desconocido para muchos, sigue siendo un misterio.

Innovaciones modernas incluso sin un lado

Algunos modelos actuales de ralladores vienen con sólo tres lados, de los cuales falta el «inútil». Los fabricantes responden así a las necesidades de los consumidores modernos, que perciben la simplificación como una ventaja. A pesar de ello, el clásico rallador de cuatro lados sigue siendo una herramienta insustituible en muchas cocinas.

Un ayudante versátil para cada ocasión.

El rallador de cuatro lados tiene tres lados con diferentes espesores de hoja. El más blando es ideal para convertir en polvo alimentos duros, por ejemplo pan rallado viejo, quesos duros o canela. Mucha gente ignora este lado, pero puede crear la textura perfecta, ya sea rallando quesos para salsas o palitos de canela para postres.

Los agujeros de tamaño mediano están diseñados para frutas, verduras o quesos blandos que se derriten fácilmente en salsas o platos horneados. Los agujeros más grandes absorben mejor los alimentos acuosos como los tomates o los calabacines, sin que se formen papilla.

¿Qué pasa con el misterioso cuarto lado? Aunque mucha gente no la conoce, es excelente para cortar verduras en finas patatas fritas. Ya sea que estés preparando patatas, chirivías o remolachas, esta herramienta no te defraudará.

Consejos para hacer tu trabajo más fácil

Para facilitar aún más el trabajo con el rallador, no olvide algunos consejos prácticos. Coloca los quesos blandos y la mantequilla en el congelador un rato antes de rallarlos para que no se peguen a las cuchillas. Utilice guantes cuando trabaje con el rallador, especialmente cuando procese alimentos duros, para evitar lesiones. Y en cuanto al mantenimiento, lo mejor es limpiar el rallador a mano con un cepillo, ya que muchas veces el lavavajillas no puede eliminar todos los restos de comida.

Finalmente, deja que el rallador se seque al aire libre para evitar dañar toallas o telas con hojas afiladas.

Aunque las tecnologías cambian y las innovaciones avanzan, el clásico rallador de cocina sigue siendo un ayudante insustituible que tiene un lugar permanente en nuestros hogares.

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.