Consejos útiles

¡El mayor error al hornear pechugas de pato! Lo hacemos todo el tiempo, por eso siempre son difíciles.

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¿Cómo garantizar la suavidad y estructura adecuadas de los perros con pato asado? Todo depende del correcto procesamiento. A continuación le indicamos cómo asegurarse de que las pechugas de pato estén siempre suaves, jugosas y crujientes en la superficie.

Crujientes, bien horneados y jugosos no deben faltar en tu mesa en otoño. Puedes conseguirlo en las tiendas durante todo el año, pero durante esta época tiene su propio encanto. Si quieres organizar una fiesta de patos en tu casa, no tiene por qué llevarte horas. Busque la parte más sabrosa: la pechuga de pato. En comparación con asar un pato entero, la preparación lleva un tiempo mínimo y puedes servirlo de muchas maneras sabrosas.

Crujientes o con relleno se encuentran entre las recetas que puedes servir en un día normal pero también en mesas festivas. Esta sabrosa carne también creará una combinación perfecta con arándanos, miel o calabaza.

Si vas a asar un pato entero o solo la pechuga, conviene saber qué tener en cuenta para que la carne no se seque y quede maravillosamente jugosa.

No son solo patos

Por supuesto, el problema de la carne asada demasiado dura no afecta sólo a los patos. Sin embargo, muchos alimentos que comemos a diario solucionan este problema de forma diferente. Basta con dividir la carne en porciones más pequeñas, que se procesan mucho más fácil y rápidamente. Esto se aplica en el caso de la carne de vacuno o de cerdo. La carne de pollo es mucho más blanda y rara vez nos encontramos con un trozo demasiado duro que requiera una preparación más larga.

Sin embargo, las pechugas de pato no son tan indulgentes. Por lo tanto, es posible que no las consumamos con tanta frecuencia, lo cual es una pena, porque es una carne sabrosa y saludable. La pechuga de pato bien horneada puede ser un almuerzo perfecto para cada día lluvioso y para ocasiones especiales.

Evita este error y tu pato quedará perfecto

El error más común que cometemos al asar perros de pato suele ser una temperatura de asado demasiado alta o demasiado baja o demasiado tiempo de procesamiento de la carne. En el caso de los perros pato, la temperatura interna oscila entre 60 y 60 grados centígrados, dependiendo de qué tan bien se quiera cocinar la carne. El horno nos permitirá llegar a esta temperatura de forma progresiva, siempre y cuando establezcamos un nivel de temperatura adecuado.

Cuando la temperatura es demasiado baja, el tiempo de asado del pato se acorta y esto puede provocar que la carne se seque y se seque. Por el contrario, si la temperatura es demasiado alta, la carne se dorará por fuera antes de que la parte exterior transfiera su temperatura al centro.

¿Te preguntas cómo conseguir una temperatura suficientemente alta en el interior de los perros de pato sin que la carne se seque por fuera? Leer más.

¿Cómo preparar pechuga de pato crujiente?

Si quieres disfrutar de unas pechugas de pato suaves por dentro y maravillosamente crujientes por fuera, fríelas en una sartén antes de hornearlas, para que la carne se hinche y se mantenga jugosa por dentro. Cortar la piel de la pechuga en forma de cruz y sazonar con sal y pimienta.

Deja que la sartén se caliente bien y coloca las pechugas en la sartén, con la piel hacia abajo. Freír durante unos 4-5 minutos y luego darle la vuelta. Hornee así durante 3-4 minutos.

Poner la carne en una fuente para horno y ponerla junto con el pan en el horno calentado a 180 grados. Deja cocinar la carne otros 5-6 minutos si quieres conseguir un centro rosado del perro o 10-12 minutos si quieres que el pato esté bien cocido. Después de sacar del horno, dejar reposar la carne un rato para que suelte el jugo del interior.

¿Cómo hornear un pato crujiente?

La preparación del pato también requiere varias reglas:

1) La base es construir sobre materias primas de calidad. Lo mejor es elegir carne de un carnicero o criador certificado.

2) ¿Cuánto se puede hornear entero o cortado por adelantado?

3) Lavar bien el pato, secarlo y salarlo adecuadamente. Pon un puñado de sal en tus manos y frótalas bien por cada lado, incluido el interior.

4) Poner el pato salado en un bol, taparlo y reservar en el frigorífico hasta el día siguiente.

5) El segundo día lavar el pato, salpimentarlo ligeramente. No utilizamos ninguna mezcla de especias, la clásica sal, un poco de pimienta negra recién molida y comino son suficientes.

6) Dar la vuelta al pato preparado, cubrir con un poco de agua y meter al horno a 180 grados durante 1 hora aproximadamente. Pasada una hora, dar la vuelta al pato, añadir un poco más de agua según sea necesario y hornear. Adaptamos el tiempo de cocción al tamaño del pato, es decir por 1 kilogramo calculamos 1 hora de horneado. Aproximadamente media hora antes de cocinarlo, unta el pato con leche y deja que termine de cocinarse. Mucha leche quedará maravillosamente crujiente y dorada.

¿Y cómo utilizar la otra parte del pato?

Se reconoce a una ama de casa experta, entre otras cosas, por el hecho de que en su cocina no se desperdicia nada. Puede procesar cada materia prima de tal manera que coma la mayor cantidad que se le ocurra, para no tener que tirar casi nada. Y esto también se aplica en el caso de un pato:

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.