El mejor fertilizante casero para una rica cosecha de fresas está justo delante de tus narices todo el tiempo: ¡no se necesitan más productos químicos!
Si te preguntas con qué «alimentar» a tus fresas para que estén sanas y puedas disfrutar de una rica cosecha, tenemos algunos consejos para ti.
Estos son 3 fertilizantes caseros probados que puedes hacer cómodamente en casa y no tienes que desplazarte a ningún lado.
Además, también añadimos un bono. 🙂
Abono de pan viejo
gracias a la levadura le das un gran impulso a las fresas y crear un ambiente de crecimiento ideal para la formación de frutos grandes.
La levadura acidificará el suelo, atraerá animales beneficiosos y garantizará una cosecha mayor.
Su preparación es muy sencilla, rápida y realmente no cuesta nada.
Vierta agua sobre el pan viejo seco y péselo para que no flote.
Déjalo fermentar durante unos 6-10 días. Diluir la solución resultante con agua en relación 1:10.
Ortiga para protección y nutrición.
Un auténtico elixir y al mismo tiempo una excelente forma de proteger las fresas de las plagas.
Además, todo lo que necesitas para elaborar este fertilizante lo podrás encontrar a tu alrededor.
El fertilizante contiene nitrógeno y potasio de fácil absorción, que las plantas necesitan para su crecimiento.
Basta con verter 1 cubo de ortigas con agua.
Mezclar dos veces al día y utilizar diluido con agua en una proporción de 1:20.
Leche agria
productos lácteos agrios – como el suero de leche son beneficiosos para el desarrollo de la fruta.
Se recomienda mezclar productos lácteos fermentados con humus, estiércol y ceniza de madera.
Esta mezcla ayuda a crear un ambiente ligeramente ácido ideal para el crecimiento y desarrollo de la fruta.
Si viertes una solución de leche y agua en una botella con atomizador y la rocías sobre las fresas, podrás olvidarte de los pulgones y los ácaros.
estiércol de pollo
El estiércol de pollo es bueno porque contiene mucho nitrógeno, sin el cual las fresas no pueden formar frutos grandes y jugosos.
Lo ideal es utilizar estiércol de pollo en forma líquida y diluirlo con agua en una proporción de 1:10, para evitar que se quemen las fresas.
La solución debe reposar durante al menos tres días y se utiliza sólo hasta hasta que las fresas empiecen a florecer.