Una pizza recalentada nunca alcanzará la calidad de una recién horneada. Aquí tienes un pequeño consejo que te ayudará a acercarte mucho a ella.
Ya lo sabes: los últimos trozos de comida que pides suelen acabar en el frigorífico. El segundo día o incluso la misma noche sirven para una reunión rápida.
Microonda
Aunque la pizza fría es un bonito recuerdo de las fiestas en los dormitorios, hoy ya sabemos cómo recuperar la temperatura rápidamente, por ejemplo con el microondas. Lo que obtenemos es pizza calentada de manera desigual con masa húmeda y queso endurecido en la superficie.
Horno
cuando lo intentamos en el hornoel resultado será mejor. La masa se endurecerá, la pizza estará igualmente caliente en toda la superficie y el queso recuperará su elasticidad. Sin embargo, el horno seca la pizza. La corteza crujiente se endurece por completo.hasta que lo muerdas.
Cacerola
Sin embargo, también existe una tercera vía. Calentar una sartén (idealmente con tapa) a fuego medio, colocar encima el triángulo de pizza (sin aceite/seco). Calienta durante aproximadamente un minuto, luego cubre la sartén con una tapa y calienta durante otros 2 minutos a la misma temperatura.
Tres cosas básicas suceden bajo el capó:
- la masa se calienta y se hornea hasta alcanzar una dureza ideal
- De las coberturas comenzará a subir vapor, posiblemente también grasa, que aportará suficiente humedad a la corteza gracias a la tapa.
- la pizza se recalentará uniformemente y quedará casi como recién horneada
A
Pequeño consejo: para peso extra, vierta aproximadamente cucharada de café al agua y cubrir con una tapa.
Por supuesto, la duración del calentamiento variará en función del tipo de cocina (gas, vitrocerámica, inducción…) y del grosor de la sartén. Tienes que probarlo en tus condiciones.
De todos modos, el resultado será una gran pizza renacida..
A