Volveré a hablar de la limpieza necesaria para mantener nuestra freidora perfectamente higienizada, por eso hoy nos centraremos en el cristal.
En varias ocasiones tuvimos la oportunidad de centrar nuestra atención en los métodos necesarios para limpiar la freidora, intentando retirar la parrilla subyacente de forma que se elimine cualquier posible presencia de migas en el interior.
Posteriormente, también debemos prestar atención a las piezas que se pueden colocar en el interior del lavavajillas para una mejor limpieza del electrodoméstico, pero ha llegado el momento de hablar también de las formas en las que podemos proporcionar una mejor limpieza del cristal.
Freidora sin aceite: aquí se explica cómo limpiar el vaso
En los últimos años también ha cambiado el formato con el que se fabrican las freidoras sin aceite, y cada vez es más habitual encontrar el electrodoméstico equipado con cristal en la parte de la cesta. Es un verdadero ojo de buey, que nos permite controlar el estado de cocción de los alimentos. Como cualquier otra parte del electrodoméstico, el cristal también debe limpiarse a fondo para evitar la formación de gérmenes y bacterias, y eliminar los restos de suciedad que se esconden aquí, como ocurre en el horno.
Lo único que debemos hacer es equiparnos con un destornillador Phillips y quitar los tornillos situados debajo del cesto, que mantienen el vaso sujeto a la freidora. Tras retirarlo, podemos limpiarlo de varias formas.
Vaso para freidora: el remedio súper eficaz
Después Una vez retirado el vaso de la freidora, podemos lavarlo con algún producto lavavajillas. y, si así lo indica explícitamente el embalaje, también podemos meterlo en el lavavajillas.
Alternativamente, podemos coger un bol lo suficientemente grande como para contenerlo y llenarlo con agua caliente, una cucharada generosa de bicarbonato de sodio y un vaso de vinagre. Deja actuar la mezcla, que conseguirá eliminar la grasa que queda en la superficie.
Tras ello, completamos la limpieza del vaso de la freidora con una esponja suave y jabón para platos, luego volvemos a montar el vaso, volviendo a colocar los tornillos en su lugar.
Esta operación la podemos realizar cada vez que utilicemos la freidora, de forma preventiva, para evitar la formación de suciedad y residuos de comida.
