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Gran pizza integral. Pruébalo y seguro que lo disfrutarás.

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¿Te gusta la pizza, pero prefieres evitarla por culpa de tus hijos? Hornee esta versión con harina integral, que también es apta para una dieta reductora. Esta pizza no sólo es sabrosa, sino también nutritiva, y te permitirá seguir tu plan de adelgazamiento sin tener que renunciar a tu comida favorita. ¡En este artículo aprenderás cómo!

¿Te encanta la pizza, pero prefieres evitarla por culpa de tus hijos? Hornea esta versión con harina integral, que también es apta para una dieta reductora.

No hay duda de que nada se compara con la clásica pizza italiana, preparada en un horno tradicional con ingredientes auténticos. Lo cierto es que requiere bastante energía, sobre todo si lleva tocino y tipos de queso más grasos. Si estás intentando adelgazar, no es precisamente el plato más indicado para un menú reductor. Sin embargo, puedes prepararlo de tal forma que lo disfrutes y al mismo tiempo seguir tu plan de adelgazamiento. ¿Cómo hacerlo?

Masa de harina integral

La pizza tradicional se elabora con harina suave y con un alto contenido en gluten, gracias a lo cual la masa es flexible y fácil de moldear. Sin embargo, si quieres preparar una variante que sea más rica en nutrientes y que se ajuste mejor a tu plan de alimentación, elige harina integral. Está elaborado a partir de cereales integrales y contiene muchos más nutrientes que la harina blanca clásica.

La fibra es esencial para la pérdida de peso y la salud en general, cuya cantidad es tres veces mayor en la harina integral. También encontramos más proteínas en él. Además, los productos integrales producen saciedad durante más tiempo, lo que en la práctica significa que normalmente es necesario comer menos y aún así sentirnos llenos. Además, la fibra tiene un efecto positivo sobre los niveles de colesterol y azúcar en sangre y es clave para una correcta digestión y la salud del tracto digestivo.

¿Menos Calorias? Depende de los demás ingredientes.

A veces te puedes encontrar con el mito de que la harina integral es menos calórica y, por tanto, puedes disfrutarla en mayores cantidades. El opuesto es verdad. La harina integral contiene las mismas calorías (a veces incluso un poco más) que la harina blanca clásica. Si desea reducir el valor energético total de la pizza, utilice ingredientes menos grasos para cubrirla.

Utilice, por ejemplo, jamón magro, mozzarella light o queso duro con hasta un 30% de grasa en materia seca. Si te gustan las aceitunas, úsalas en cantidades más pequeñas y reemplaza algunas con pimientos, cebollas u otras verduras favoritas. No olvide las especias y hierbas: el orégano seco y la albahaca le dan a la pizza el sabor adecuado, así como el romero, el tomillo y el ajo.

¿Qué tal la masa de harina integral?

Si no tienes experiencia con la harina integral, ten en cuenta que puede resultar un poco más difícil trabajar con ella que con la clásica variante blanca. Cada especie absorbe el agua de manera diferente, por lo que es posible que tengas que ajustar su cantidad. Comience siempre con una cantidad menor de agua y agregue gradualmente. La masa queda más espesa, pero debe quedar blanda y no demasiado pegajosa. Si tiene un procesador de alimentos, confíele el amasado; normalmente tardará entre 5 y 10 minutos. El procesamiento manual le llevará aproximadamente el doble de tiempo.

Pizza de harina integral

  • Tiempo de preparación: 60 minutos + 60 minutos de levado
  • Número de porciones: 2 pizzas medianas

Ingredientes para la masa:

  • 250 g de harina integral (de espelta o de trigo)
  • 150-200 ml de agua
  • 10 mililitros de aceite de oliva
  • 10 g de levadura fresca
  • 5 gramos de sal

Ingredientes para cubrir:

  • 1 lata de tomates rebanados
  • 50-100 g de jamón de calidad
  • 100 gramos de muzzarella
  • 2 cucharadas de parmesano rallado
  • 1 cebolla
  • 50 g de champiñones
  • 20 g de aceitunas negras
  • 1 diente de ajo
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 1-2 cucharadas de orégano seco

Preparación:

  1. Retira todos los ingredientes de la masa con antelación. Desmenuza la levadura en un bol y mézclala en 100 ml de agua tibia. Agrega 2 cucharadas de harina, mezcla y deja reposar la levadura en un lugar cálido. Durante 15 minutos debería empezar a hincharse e hincharse.
  2. Vierta el resto de la harina y la sal en el bol. Remueve, haz un hueco en el medio y vierte el aceite de oliva y luego la levadura. Empieza a trabajar la masa con una cuchara de madera, con las manos o en un robot de cocina.
  3. Agrega agua gradualmente para combinar toda la harina y crear una masa compacta y suave que no se deshaga.
  4. Cubre la masa con una toalla húmeda o papel de cocina y déjala reposar durante 60 minutos. Luego divídelo en dos partes y estíralo poco a poco con las manos por los lados y dale forma de círculo.
  5. Durante la fermentación, mezcle (o licue) los tomates con ajo prensado y orégano. Cortar la mozzarella en rodajas y rallar el parmesano. Picar también las aceitunas, los champiñones limpios, la cebolla y el jamón.
  6. Precalienta el horno a 250 ºC con la bandeja de horno sobre la que hornearás la pizza.
  7. Coloca los panqueques preparados sobre papel de horno, cúbrelos con la mezcla de tomate y esparce sobre ellos los ingredientes preparados. Cepille los bordes con aceite de oliva. Luego coloque con cuidado la pizza con el papel de hornear en la bandeja para hornear caliente. Reducir la temperatura a 220 ºC y hornear durante 7-10 minutos.

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.