Cocina

Granadero con botellas caseras: hasta este sencillo plato puede quedar delicioso si lo cuidamos

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El clásico de los comedores escolares es uno de los más sencillos y, aún hoy, sigue siendo una comida muy barata que alimentará a toda la familia. Incluso esta sencilla fusión de patatas y pasta se puede convertir en una delicia culinaria. Sólo necesitas dedicarle un poco más de tiempo y atención.

Leyendas del granadero

La palabra se deriva localmente del nombre original granadero, que es la designación de un soldado (ganátnik). Y desde el ámbito militar también proceden historias no confirmadas sobre el origen de este alimento. Algunos hablan de un cocinero militar desconocido a quien se le encomendó la tarea de alimentar al ejército de forma económica y eficaz para una larga marcha, por lo que decidió combinar lo que tenía a mano: pasta, patatas, carne y cebolla.

Otras historias afirman que los soldados del ejército austrohúngaro mezclaban ellos mismos estos alimentos con guarniciones, mientras que los soldados húngaros los condimentaban con pimentón molido de casa. Así fue como el granadero se volvió apetecible para todo el ejército y se convirtió en una solución barata y sabrosa para alimentar no sólo al ejército sino a toda la región.

El granadero es un poco diferente en todas partes.

Al igual que las diversas historias sobre su creación, la preparación del granadero es relativamente ambigua. Encontrará pequeñas diferencias en cada región e incluso en familia.

Algunas personas le añaden tocino, salchichas e incluso carne asada al granadero. Algunos cuecen las patatas con piel, mientras que otros las fríen crudas en manteca de cerdo. En algunas familias, el granadír se sirve exclusivamente con pepinos encurtidos, mientras que en otras se sirve con calamares o remolacha. En algún lugar se mezcla prácticamente cualquier tipo de pasta con el granadír, mientras que en otros lugares no permiten salpicaduras caseras.

Y a esa categoría también pertenece nuestra receta de hoy, en la que también prepararemos nuestra propia pasta. De hecho, comenzaremos con ellos. Aquí está la receta:

Filica (pasta) casera

Preparar pasta casera es mucho más fácil de lo que parece. Y el granadero con botellas caseras quedará aún más sabroso. La pasta fresca tiene una mejor capacidad para absorber sabores.

Materias primas:

  • 350 g de harina semigruesa
  • 1 pizca de sal
  • 2 piezas de huevo

A

Acercarse:

1) Mezclamos la harina con una pizca generosa de sal, añadimos los huevos y trabajamos la masa pegajosa con las manos, que pasamos a la tabla, donde la amasamos hasta que quede suave y no deje de estar pegajosa (5 a 10 minutos) . Tapar la masa (con una toalla, papel de aluminio o un bol) y dejar reposar media hora para que sea más fácil trabajar con ella.

CONSEJO 1: En lugar de huevos también podemos utilizar agua tibia. O reemplace un huevo con agua. Agrega agua según sea necesario para que la masa se una.

CONSEJO 2: Si estamos preparando granadero, aprovecharemos este tiempo y coceremos patatas.

2) Luego dividimos la masa en dos partes, extendemos cada parte en una hoja delgada, la cortamos en rectángulos largos, que apilamos uno encima del otro y les cortamos fideos de aproximadamente un centímetro de grosor y los cortamos en un Cuadrado de 1×1 centímetro – manchas.

CONSEJO 3: Si tenemos una máquina de pasta a mano, ahórrese el lío y trabaje en ella los largos rectángulos. Continúe cortando según el procedimiento anterior.

3) Extiende las botellas caseras sobre la tabla para que no se peguen. Ponlos en agua hirviendo con sal y cocínalos de 5 a 8 minutos, dependiendo del espesor de la pasta.

Granadero con galletas caseras y tocino

También puedes utilizar productos semiacabados, pero créeme que si te esfuerzas en hacer pasta casera, que por cierto tarda como máximo media hora, tendrás en la mesa un plato mucho mejor y delicioso. Más honesto y sobre todo comida más honesta. Además de los biberones caseros, también puedes seguir los consejos del procedimiento, donde te presentaremos algunas pequeñas mejoras que quizás te atraigan y puedas inhalar un nuevo gusto por el granadir.

Materias primas:

  • Huevos revueltos caseros frescos (de dos huevos): el proceso de preparación se puede encontrar arriba
  • un kilo de patatas
  • 2 cucharadas de carne
  • 150 gramos de tocino
  • 2 cebollas medianas
  • una cucharada de semillas de alcaravea trituradas
  • cucharada de pimiento dulce molido
  • sal

A

Acercarse:

1) Prepararemos la masa para las botellas (ver procedimiento arriba) y mientras la dejamos reposar coceremos las patatas, que limpiamos y cortamos en cubos más pequeños. Escurrir las patatas y dejarlas a un lado.

CONSEJO 1: No hervimos las patatas hasta que estén completamente blandas, para que no se deshagan durante el breve asado y posterior mezclado.

2) Hacer bolitas con la masa reposada (ver procedimiento anterior) y agregar agua hirviendo para cocinarlas. Mientras tanto, calentar la masa en una sartén u olla grande con fondo ancho, agregar el tocino cortado en cubos pequeños, y antes de que el tocino esté rosado, mezclar con la cebolla finamente picada. Freír la cebolla hasta que esté dorada. Mientras tanto, tomemos una taza de café.

CONSEJO 2: En lugar de la cebolla habitual o junto con ella, también podemos añadir cebolleta roja, chalota o tierna.

CONSEJO 3: Podemos omitir el bacon o sustituirlo por una buena salchicha de pimentón.

3) Cuando la cebolla esté dorada, apaga la sartén y mezcla el comino y el pimentón con la base grasa. Mezclar bien. Regresar la sartén a fuego moderado y mezclar las patatas, la pasta escurrida y sazonar todo con sal (al gusto). Reserva y sirve con pepinillos u otras verduras encurtidas.

CONSEJO 4: Podemos mezclar con el granadero terminado perejil finamente picado o decorarlo con un poco de queso rallado.

¡El buen gusto!

Y otro plato de pasta que gusta mucho, y su preparación también es muy sencilla. Prueba la pasta marina:

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.