Las chuletas de cerdo son deliciosas, pero las hacemos con tanta frecuencia que con el tiempo es posible que no sepan tan bien como antes. Si sientes que ya estás aburrido, busca esta receta. Prepararás cortes tiernos y aún más sabrosos gracias al envase.

Las chuletas forman parte de la cena y suelen aparecer en nuestras mesas inmediatamente después de las ensaladas. Envolvemos los trozos de carne en diferentes cosas para formar un paquete difícil de olvidar. Por eso, además de harina, huevos y pan rallado, conviene añadir otros ingredientes a las recetas para disfrutar de sabores que no se pueden degustar en los restaurantes.

A primera vista, el reglamento parece confuso. La mezcla en la que luego se mojará la carne es muy similar a la de las tortitas de patata. Pero en lugar de hamburguesas, obtendrás filetes que se derriten en la boca. Esta receta puede ser arriesgada, pero una vez que la pruebes, te encantará.

Receta de chuletas de pollo rebozadas con patatas

Ingredientes:

  • 500 g de pechuga de pollo,
  • 500 g de patatas,
  • 100 g de harina de trigo,
  • 2 huevos,
  • 2 cucharadas de leche,
  • 200 g de queso duro rallado,
  • 2 cucharadas de crema agria.
  • 3 dientes de ajo,
  • sal,
  • pimienta,
  • Aceite para freír.

Método de preparación:

  1. El primer paso es cuidar las patatas. Pelarlas, lavarlas y rallarlas con un rallador pequeño.
  2. Colocar las patatas en un bol grande, salarlas ligeramente y dejarlas reposar unos 10 minutos. Pasado este tiempo, exprímelos bien del exceso de agua y vuélvelos a poner en el bol.
  3. Agrega la harina tamizada por un colador a las patatas, vierte la leche, bate los huevos y añade sal y pimienta. No olvides agregar ajo machacado y crema agria. Mezclar bien los ingredientes.
  4. Limpia la pechuga de pollo de todas las membranas y cartílagos y luego córtala en rodajas medianas. Golpee suavemente cada rebanada con un mortero y espolvoree sal y pimienta por ambos lados según sea necesario.
  5. Cubra la carne terminada con harina y luego sumérjala en la masa de papa. Asegúrese de que la masa se pegue al pollo por todos lados.
  6. Calentar 4 cucharadas de aceite en una sartén y cuando esté lo suficientemente caliente colocar encima los trozos de pollo. Fríelos hasta que estén dorados por ambos lados. Antes de terminar de freír, espolvorear un lado con queso rallado, tapar y freír hasta que se derrita un poco.
  7. Ponlo en un plato forrado con una toalla de papel. Sirva para la cena con su guarnición favorita.

Artículos relacionados:

Una idea rápida y saludable para cenar en unos instantes. Rompe la tradición y prepara estos filetes saludables

Caracoles de hojaldre de queso. En tan solo un cuarto de hora podrás ofrecer a tus invitados un delicioso snack