¿Recuerdas el olor que flotaba en la cocina de tu abuela mientras cocinaba sopa de col rizada? ¡Ahora puedes preparar una sopa tan aromática y sabrosa, llena de patatas y albóndigas caseras! Nuestra receta es sencilla, pero el resultado es como el de la abuela: te calienta en cuerpo y alma.
Esta sopa de col rizada es un clásico amado por todas las generaciones. Es un plato sencillo, nutritivo y sobre todo delicioso que te recordará tu infancia. ¿Y los ñoquis? Bueno, ¡son simplemente divinos! Suave, esponjoso y se adapta perfectamente al delicado sabor de la col rizada y las patatas.
Sopa de repollo con patatas y ñoquis de sémola
Ingredientes:
- 1 cebolla (finamente picada)
- 1 col rizada pequeña (cortada en fideos más pequeños)
- 2 dientes de ajo (pelados y picados)
- 2 patatas pequeñas (cortadas en cubos pequeños)
- 2 cucharadas de grasa
- 2 cucharaditas de pimiento rojo dulce
- 2 cucharadas de harina común, nivelada
- Sal, pimienta negra al gusto.
- Comino molido al gusto
- Caldo de verduras o agua (según sea necesario)
Procedimiento de preparación:
- Calienta 2 cucharadas de aceite en una olla grande y agrega la cebolla picada. Freírlo hasta que esté dorado.
- Agrega el ajo picado y sofríe brevemente hasta que esté fragante.
- Agrega 2 cucharaditas de pimiento rojo y 2 cucharadas de harina. Revuelva durante aproximadamente 1 minuto para combinar el pimentón y la harina.
- Luego agrega kale picada, sal, pimienta y agrega comino triturado al gusto.
- Cubrir con agua y cocinar un rato para que el kale comience a cocerse.
- Agrega el caldo de verduras (o si no tienes, solo agua) y luego agrega las patatas troceadas.
- Cocine hasta que las patatas estén suaves.
- Finalmente, agrega los ñoquis de sémola () y cocina hasta que estén cocidos.
¡Buen provecho!
Consejos:
- Si quieres espesar aún más la sopa, puedes añadir una cucharada de crema agria.
- Para un sabor más picante, agregue una pizca de chile o un poco de pimiento picante picado.
- No tengas miedo de experimentar con especias. Intente agregar un poco de mejorana o tomillo para obtener un sabor aún más rico.
Entonces, ¿ya se están juntando tus slinkies? ¡Lo creemos! Esta sopa de repollo con patatas y albóndigas de sémola es un auténtico tesoro de la cocina eslovaca. Es un plato que calienta, sacia y sobre todo agrada tu paladar. ¡Así que no lo dudes y ponte a cocinar!
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