Las cebollas fritas conseguirán el color dorado perfecto: recuerda este pequeño truco con harina
Las cebollas fritas son un ingrediente fundamental en muchos platos, dándoles un aroma y sabor especiales. Sin embargo, el proceso de preparación puede resultar complicado incluso para cocineros experimentados.
A menudo las cebollas se queman o se ablandan demasiado y pierden su textura. En este artículo, veremos un método simple pero efectivo que lo ayudará a lograr resultados perfectos al freír cebollas. Siguiendo estas instrucciones paso a paso, podrás preparar cebollas que se ven deliciosas, tienen un agradable crujido y un rico sabor.
Paso 1: Empiece por preparar bien las cebollas. Pélalo y córtalo de la forma deseada: aros, medias anillas o cubos. El tamaño del corte afecta el tiempo de cocción, así que intenta cortar las cebollas de manera uniforme. Coloque las cebollas preparadas en un recipiente hondo, preferiblemente una cacerola con tapa. Esto te permitirá mezclar fácilmente la cebolla con la harina en el siguiente paso.
Paso 2: Ahora viene el punto clave a la hora de preparar las cebollas para freír. Por cada kilogramo de cebolla picada, añade 3-4 cucharadas de harina. Esta proporción es óptima para crear una fina capa de harina que protegerá las cebollas para que no se quemen y ayudará a formar una corteza apetitosa. La harina también absorberá parte de la humedad de las cebollas, lo que permitirá que se doren mejor.
Paso 3: Cubra la sartén con las cebollas y la harina con una tapa hermética. Ahora agita enérgicamente el recipiente durante unos segundos. Esta acción asegurará que la harina se distribuya uniformemente sobre la superficie de cada trozo de cebolla. Es importante que toda la cebolla quede rebozada con una fina capa de harina sin que se formen grumos. Si notas que la distribución no es uniforme, puedes revolver suavemente el contenido de la sartén con una cuchara o una espátula.
Paso 4: Seleccione una sartén de tamaño adecuado y vierta en ella una cantidad suficiente de aceite vegetal. Calienta el aceite a fuego alto hasta que esté caliente. El aceite bien calentado es la clave para una fritura exitosa. Puedes comprobar si el aceite está listo echando un pequeño trozo de cebolla en él; si empieza a chisporrotear y a burbujear, el aceite está lo suficientemente caliente.
Paso 5: Coloque con cuidado las cebollas preparadas con harina en una sartén precalentada. Extiéndela en una capa uniforme para que todas las piezas queden en contacto con la superficie caliente. A pesar del fuego fuerte, las cebollas no se quemarán gracias a la capa protectora de harina. Freír la cebolla, revolviendo de vez en cuando, hasta conseguir el color dorado deseado. La capa de harina ayudará a formar una bonita corteza y mantendrá el interior jugoso.
Usar este sencillo método de freír cebollas con harina siempre te dará excelentes resultados. La cebolla quedará uniformemente frita, con una apetitosa costra dorada y conservará su textura. Este método es especialmente útil cuando se cocinan grandes cantidades de cebollas, donde el riesgo de quemarse es especialmente alto.
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