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Las lesiones de rodilla ocurren con más frecuencia de lo que cree. Te contamos qué hacer y cómo ejercitarte con la rodilla lesionada

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Las lesiones de rodilla ocurren con mayor frecuencia durante actividades deportivas y en casa. No siempre se pueden evitar, pero cuando ocurren lo más importante es actuar dentro de las primeras 48 horas para minimizar los efectos de la lesión, p.e. A veces es necesaria ayuda médica, seguida de una rehabilitación adecuada con ejercicios que restablezcan la funcionalidad de la rodilla.

Las lesiones de rodilla y el dolor en esta articulación afectan al 20-40% de la población. Cada año se realizan millones de cirugías articulares en todo el mundo, en parte relacionadas con lesiones o consecuencias de lesiones de rodilla no tratadas. Por eso, es importante poder reconocer que se ha producido una lesión y, si es necesario, buscar ayuda para su tratamiento y recuperación.

Contenido:

  1. Las lesiones de rodilla más comunes

  2. Síntomas de una lesión en la rodilla

  3. Dolor de rodilla después del entrenamiento.

  4. Lesión de rodilla: ¿qué hacer?

  5. ¿Cómo fortalecer la rodilla después de una lesión?

  6. Prevención de lesiones de rodilla

Las lesiones de rodilla más comunes

Lo más frecuente es que suceda esguinces y distensiones de ligamentos (42,1%), contusiones o abrasiones (27,1%), heridas (10,5%). Casi la mitad de las lesiones ocurren durante la práctica de deportes, incluidas actividades recreativas. Casi el 44% de las lesiones ocurren al moverse por la casa y realizar tareas domésticas.

  • Ligamento cruzado anterior (LCA). Es una de las lesiones de rodilla más comunes y graves, que a menudo requiere cirugía. Representa aproximadamente el 50% de todas las lesiones de ligamentos de la rodilla.
  • Ligamento colateral tibial (MCL). Las lesiones del ligamento colateral medial también son comunes y a menudo ocurren por un golpe directo en la rodilla. Representan aproximadamente el 40% de las lesiones de ligamentos de la rodilla.
  • Daño a los meniscos. Los meniscos (medial y lateral) tienen una función amortiguadora y estabilizadora. Los desgarros de menisco son comunes en deportes que requieren giros bruscos y cambios de dirección del movimiento. Representan aproximadamente entre el 10 y el 20% de todas las lesiones de rodilla.
  • dislocación de rótula. La rótula puede dislocarse o moverse de su posición natural como resultado de una lesión repentina. Esto es especialmente común en los deportes de contacto.
  • Bursitis. Las bolsas son pequeños sacos llenos de líquido que proporcionan amortiguación y reducen la fricción. La bursitis puede ser causada por sobrecarga o traumatismo directo.

Síntomas de una lesión en la rodilla

Las lesiones de rodilla pueden provocar diversos síntomas, según el tipo y la gravedad de la lesión. Siempre es mejor consultar a un médico si experimenta los siguientes síntomas para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Síntomas generales de lesiones de rodilla:

  • Dolor. Puede ser agudo o sordo, aparecer inmediatamente después de la lesión o desarrollarse gradualmente.
  • Edema. Puede aparecer inmediatamente después de la lesión o progresar durante varias horas. Esto suele deberse a una acumulación de líquido en la articulación de la rodilla.
  • Rigidez. La lesión puede limitar la movilidad de la rodilla, dificultando doblar y estirar la pierna.
  • Dificultad para caminar. Una persona con una lesión en la rodilla puede tener dificultades para moverse normalmente, sentirse inestable o sentir como si la rodilla «se cayera» o «saltara».
  • Moretones. La aparición de hematomas alrededor de la rodilla puede indicar daño a los tejidos blandos o a los vasos sanguíneos.
  • Calor y enrojecimiento. La rodilla puede sentirse caliente al tacto y enrojecida, lo que puede indicar inflamación.

Síntomas específicos de lesiones individuales.

Daño del ligamento cruzado anterior (LCA):

  • dolor repentino y agudo en la rodilla,

  • un «clic» o «pop» audible en el momento de la lesión,

  • hinchazón rápida de la rodilla,

  • Sensación de inestabilidad y dificultad para cargar peso sobre la pierna lesionada.

Daño al ligamento colateral tibial (MCL):

  • dolor y sensibilidad en el interior de la rodilla

  • hinchazón en el lugar de la lesión,

  • movilidad limitada de la rodilla.

Daño meniscal:

  • dolor en la rodilla, especialmente al girar o agacharse,

  • hinchazón y rigidez

  • sensación de que la rodilla se bloquea o «golpea»

  • una sensación de que la rodilla «explota» o «pop» cuando se mueve.

Luxación de rótula:

  • dolor en la parte delantera de la rodilla,

  • desplazamiento visible de la rótula fuera de la rodilla,

  • hinchazón y dificultad para estirar la pierna.

Bursitis:

  • hinchazón y dolor en la parte delantera de la rodilla,

  • sensación de calor en el lugar de la inflamación,

  • dolor al doblar la rodilla o presionar la bolsa.

Deportes que aumentan el riesgo de lesiones de rodilla

Algunos deportes son particularmente riesgosos para las rodillas. Pertenecen a ellos:

  • Fútbol americano – alto riesgo de rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) y lesiones de menisco.
  • Baloncesto – frecuentes lesiones del LCA, lesiones de menisco y luxaciones de rótula.
  • Esquiar – alto riesgo de daño de ligamentos, especialmente del ligamento cruzado anterior.
  • Correr – puede provocar problemas crónicos como el síndrome de la banda iliotibial (ITBS) o tendinopatías rotulianas.
  • Vóleibol – riesgo de lesiones del LCA, lesiones de menisco y problemas de rótula.

Dolor de rodilla después del entrenamiento.

El dolor de rodilla que no es muy intenso o aparece en determinadas situaciones después del entrenamiento, y no se acompaña de una limitación significativa de la movilidad articular, puede indicar diversos problemas, según su naturaleza y localización. A continuación se presentan algunas causas potenciales de tales síntomas:

  • Sobrecarga muscular.Si el dolor es leve o moderado, puede deberse a un uso excesivo de músculos o tendones. En este caso, es importante darle tiempo a las rodillas para que descansen y se recuperen. También se recomienda aplicar hielo en la zona del dolor y realizar ligeros ejercicios de estiramiento.

  • Carga excesiva en la articulación de la rodilla.. Si el dolor es intenso o se produce durante movimientos específicos (por ejemplo, subir escaleras), puede indicar una carga excesiva en la articulación de la rodilla. En este caso, conviene limitar la intensidad del entrenamiento y evitar actividades que ejerzan presión sobre las rodillas hasta que el dolor desaparezca.

  • Problemas de menisco. Los desgarros de menisco también pueden causar dolor de rodilla, especialmente cuando gira o dobla la articulación. Si sospecha que esta es la causa, es posible que deba consultar a un ortopedista.

  • Síndromes de dolor. También existen varios síndromes de dolor, como el síndrome femororrotuliano y el síndrome de distensión del tendón, que pueden provocar dolor de rodilla. En tales casos, es necesario consultar a un médico.

Lesión de rodilla: ¿qué hacer?

Los primeros auxilios para una lesión de rodilla son cruciales para minimizar el dolor y la hinchazón y evitar daños mayores. Estos son los pasos que debes seguir:

  1. Descansar. Deje de realizar inmediatamente la actividad que provocó la lesión. Evite poner peso sobre la pierna lesionada.
  2. Compresas frías. Aplique compresas frías en la rodilla durante 15 a 20 minutos cada 1 a 2 horas durante las primeras 48 horas después de la lesión, después de que puedan reducir el dolor y la hinchazón. No aplique hielo directamente sobre la piel; use una toalla o un paño como barrera.
  3. Compresión. Envuelva su rodilla con una venda elástica para reducir la hinchazón. Asegúrese de que el vendaje no esté demasiado apretado para no restringir la circulación sanguínea. Retire el vendaje de vez en cuando durante unos pocos o una docena de minutos.
  4. Elación. Elevar la rodilla lesionada por encima del nivel del corazón puede ayudar a reducir la hinchazón. Coloque almohadas debajo de la pierna cuando se acueste.
  5. Estabilización. Si es necesario, utilice un aparato ortopédico o una férula para estabilizar la rodilla. Puede resultar útil utilizar muletas para aliviar la presión sobre la rodilla.
  6. Analgésicos. Puede utilizar analgésicos de venta libre como ibuprofeno o paracetamol para aliviar el dolor y tener efectos antiinflamatorios.
  7. Evitando el calor. Evite el uso de compresas tibias o baños calientes en las primeras 48 horas, ya que pueden aumentar la hinchazón.
  8. Consulta con un médico. En caso de síntomas más graves, como inestabilidad de la rodilla, dificultad para enderezar o doblar la pierna o dolor intenso, es necesaria una consulta médica inmediata. Para molestias menores, si el dolor y la hinchazón no disminuyen después de unos días, consulte a un médico.
  9. Sigue las recomendaciones de tu médico y fisioterapeuta. En la fase aguda de la lesión, es posible que necesites tratamientos de fisioterapia. Una vez que el dolor agudo y la hinchazón disminuyen, puede ser necesaria la rehabilitación para restaurar la funcionalidad total de la rodilla.

¿Cómo fortalecer la rodilla después de una lesión?

Es muy importante hacer ejercicio. Seleccionado apropiadamente para la lesión.que tuvo lugar y el tratamiento aplicado. Se utilizan ejercicios ligeramente diferentes, por ejemplo después de una rotura del ligamento cruzado, y otros diferentes después de una lesión de menisco. La etapa de recuperación también es importante. Por lo tanto, los ejercicios que se describen a continuación pueden no ser adecuados para todos.

Ejercicios después de una lesión en la rodilla.

Los ejercicios más utilizados después de una lesión de rodilla son aquellos que restauran la fuerza muscular y el rango normal de movimiento.

Tensar el músculo cuádriceps. Tumbado boca arriba con las piernas estiradas, contrae el cuádriceps (parte delantera del muslo) y presiona la parte posterior de la rodilla contra el suelo. Mantenga la tensión durante 5 a 10 segundos y luego relaje los músculos. Repita de 10 a 15 veces. El movimiento de pliegue (sobre usted mismo) puede ayudar a tensar los músculos cuádriceps.

Elevación de pierna recta. Acuéstese boca arriba, con una rodilla doblada y la pierna lesionada estirada. Levante la pierna estirada hasta una altura de unos 30 cm. Mantenga durante unos segundos, luego baje lentamente. Repita de 10 a 15 veces.

Doblar y estirar la rodilla sin forzar. Tumbado boca arriba, mueva lentamente el talón de la pierna lesionada hacia los glúteos y luego regrese a la posición inicial. Realice movimientos suaves durante 5-10 segundos en dirección de flexión y extensión. Repita de 10 a 15 veces en cada pierna.

Elevaciones del dedo del pie. Párate frente a la pared y coloca tus manos sobre ella. Ponte de puntillas, haz una pausa de unos segundos y luego baja lentamente los talones hasta el suelo. Repita de 10 a 15 veces.

Al rehabilitar su rodilla después de una lesión es importante fortalecer los músculos que estabilizan la rodilla – estos son los músculos del muslo, las nalgas y la pantorrilla. Inicialmente los ejercicios se realizan sobre una superficie estable, luego se incluyen ejercicios sobre una superficie inestable y ejercicios dinámicos.

Recuerda, sin embargo, que no todo se puede “arreglar” con ejercicio. A menudo mucho La terapia manual es útil. – por ejemplo, regular la tensión muscular para que la rodilla se enderece y doble correctamente, así como rehabilitar la cicatriz para que sea móvil y no provoque síntomas adicionales.

Prevención de lesiones de rodilla

Si no sabes cómo hacer ejercicios individuales, deberías Pídele ayuda al entrenador del gimnasio. Él, y no tu amigo, está obligado a explicarte cómo debes hacer ejercicio. De hecho, sería mejor si te lo escribiera de inmediato. Entrenamiento adaptado a tu forma actual.. Entonces estarás seguro de que no estás perjudicando tu salud.

Compra buenos zapatos deportivos.

¡Un buen calzado es imprescindible! Ni se te ocurra presentarte a entrenar en… zapatillas ordinarias o, peor aún, con unas bailarinas «deportivas» con una suela completamente plana y resbaladiza. Sólo un buen calzado te ayudará a salir adelante. máximo confort de ejerciciono causará abrasiones y huellas dactilares y, lo más importante, a través de una suela especialmente diseñada absorber golpes y te protegerá de resbalones.

No sobreestimes tus capacidades

Exactamente eso exceso de seguridad ¡Es la causa del mayor número de lesiones! Si haces entrenamiento de fuerza, primero domina la técnica de realización de cada ejercicio y solo entonces busca pesas (¡Empiece por el más pequeño!). De lo contrario, corres el riesgo de terminar tu diversión con el deporte antes de empezar a practicarlo.

¡Recuerda las reglas más importantes!

  1. Siempre calienta antes del entrenamiento y de cualquier esfuerzo físico importante.
  2. Durante sentadillas y saltos o saltos no incline las rodillas hacia adentro.

  3. Al estirar, cuando te paras sobre una pierna y llevas la otra pierna hacia el glúteo con el pie, recuerda: La rodilla de la pierna sobre la que estás parado está ligeramente doblada.

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.