Consejos útiles

Los checos tienen malos hábitos alimentarios que acortan sus vidas. Si tienes más de 50 años, no puedes hacer esto.

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Más de un tercio de la población checa padece hipertensión arterial. Y cuanto más envejecemos, es más probable que también nos alineemos con él. La presión arterial alta tiene muchas causas, pero antes de recurrir a los medicamentos, podemos intentar combatirla con la ayuda de las llamadas medidas de régimen. Significa no fumar, comer más frutas y verduras, dejar que el cuerpo se ejercite, no estresarse y también menos sal.

Fuera los productos semiacabados y la comida rápida

Nuestra ingesta diaria de sal debe ser de unos 5 g (aprox. 1 cucharadita). Sin embargo, según los datos del Instituto Checo de Estadística, consumimos en promedio hasta 3 veces más. La mayor parte de esta cantidad la obtenemos de alimentos procesados ​​industrialmente y sólo alrededor del 25% la añadimos nosotros mismos a nuestros alimentos. Por supuesto, estamos hablando de comida rápida y diversos productos semiacabados. O de comidas que compramos ya preparadas y, como nos aconsejan los anuncios, sólo necesitamos calentarlas.

Lo que tal vez ni siquiera nos damos cuenta La sal también la contienen la bollería, los quesos o las verduras encurtidas. Pero también deberíamos limitar el consumo de embutidos. La desventaja de la sal es que destruye las papilas gustativas, que se vuelven resistentes a él con el tiempo. Entonces, para sentir su sabor, tenemos que salar cada vez más la comida del plato con el tiempo. El exceso de sal también provoca una deshidratación no deseada del cuerpo.

La sal acorta la vida

Al consumir demasiada sal, puedes reducir tu esperanza de vida media en más de 2 años. Según una investigación publicada en el European Heart Journal, las personas que lo añaden a sus alimentos en exceso de la cantidad recomendada tienen hasta un 28% más de probabilidades de morir prematuramente. La misma investigación confirmó que el consumo elevado de potasio, contenido en frutas y verduras, puede reducir significativamente este riesgo. El consumo excesivo de sal claramente conduce a una presión arterial alta, lo que a su vez aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco y un derrame cerebral. Pero tampoco beneficia a nuestros riñones.

Reemplázalo con hierbas

Así que si quieres hacer algo por tu salud, cuida la cantidad de sal que consumes. Para tener más control sobre él es recomendable cocinar en casa. Así tendrás el salero bajo mayor supervisión. Además, en lugar de sal, puedes mejorar el sabor de los alimentos con diversas hierbas o especias sin sal. Por ejemplo, son adecuados el ajo, la pimienta, el comino o el eneldo. Las verduras o un poco de jugo de limón también suelen ayudar.

Foto: Shutterstock

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.