Los tomates te sorprenderán con su sabor incluso en enero: consejos para una congelación adecuada de amas de casa experimentadas
La temporada de verano nos brinda una gran cantidad de verduras, frutas y bayas frescas, y muchas amas de casa se esfuerzan por conservar estos regalos de la naturaleza para el invierno. Entre los muchos métodos de conservación, un lugar especial lo ocupa la congelación, que permite conservar no solo el sabor, sino también la mayoría de las propiedades beneficiosas de los productos.
Los tomates son una de las verduras más populares para congelar debido a su versatilidad a la hora de cocinar. Los tomates debidamente congelados pueden ser una base excelente para muchos platos durante la estación fría. En este artículo veremos varios métodos eficaces para congelar tomates que le ayudarán a disfrutar de su sabor incluso en invierno.
Cabe destacar la variedad de usos de los tomates congelados en la cocina. Son excelentes para hacer pizza, aportando jugosidad y sabor. En las ensaladas, los tomates congelados pueden ser una adición inesperada pero bienvenida, especialmente durante los meses más cálidos. El guiso y el borscht adquieren un sabor especial gracias a la adición de tomates congelados, que aportan su rico sabor al plato. Además, se pueden utilizar como relleno para tartas, aportando originalidad y jugosidad a los productos horneados.
En primer lugarconsidere el método de congelar tomates en aros. Este método es ideal para quienes planean utilizar tomates en ensaladas o como aderezo para pizza. El proceso comienza lavando bien las verduras, después de lo cual se cortan en aros finos. Luego, los anillos se colocan en una capa sobre un plato o tabla, previamente envueltos en una película adhesiva. Los tomates así preparados se guardan en el congelador. Una vez completamente congelados, los anillos se pueden transferir a bolsas ziploc o bolsas de plástico normales para guardarlos en el congelador.
En segundo lugarcongelar tomates cortados en cubitos es una excelente opción para quienes planean utilizarlos en la preparación de guisos, borscht u otros platos que requieran tratamiento térmico. El proceso es similar a la congelación en anillo, pero las verduras se cortan en cubos grandes. Los cubos también se colocan en una sola capa sobre una tabla envuelta en film y se congelan. Una vez congelados, también se pueden guardar cómodamente en bolsas en el congelador.
En tercer lugarcongelar tomates en forma de puré es una forma fácil y eficaz de conservar su sabor para preparar salsas y aderezos durante el invierno. Para este método, los tomates se lavan bien y luego se trituran con una licuadora o se pasan por una picadora de carne. El puré resultante se vierte en recipientes sellados y se coloca en el congelador. Este método es especialmente conveniente para la preparación rápida de platos, ya que el puré se descongela fácilmente y está listo para usar de inmediato.
Congelar tomates es una forma fácil y eficaz de conservar el sabor del verano durante los meses de invierno. Independientemente del método elegido (anillos, cubos o puré), es importante seguir las reglas básicas: utilizar únicamente verduras frescas y de alta calidad, lavarlas bien y empaquetarlas correctamente para guardarlas.
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