Si dejas pan en la encimera de la cocina, en un cajón o en una panera y aún lo guardas en una bolsa de plástico, te lo diremos de inmediato, no es una buena idea en absoluto.
El pan en una bolsa se secará, mientras que en una caja existe la posibilidad de que se desarrolle moho.
La mejor solución, por tonta que parezca, es poner el pan en el congelador, escribe The Taste Matters.
De esta forma siempre tendrás un pan fresco y podrás descongelarlo de dos formas:
1. Si lo necesitas inmediatamente, saca el pan congelado, mételo en papel de aluminio y caliéntalo en el horno.
2. Si quieres pan fresco para la mañana, sácalo antes de acostarte y ponlo sobre un paño de cocina limpio para que se descongele lentamente durante la noche. Por la mañana sabrá como si lo acabaras de comprar en la panadería.
