Consejos útiles

Nunca combine con cerezas. Si haces esto, tu estómago sufrirá dolor.

250views

Con la llegada de la temporada, se sonrojan con orgullo en los árboles y esperan complacer con su sabor hasta los paladares más exigentes. También son un símbolo del verano que ni el más glotón rechazará. Sin embargo, cuando se combinan con un producto discreto, condenan al estómago a un verdadero sufrimiento. ¿Con qué no deberías comer cerezas? Toma en serio este consejo.

¿Para qué sirven las cerezas? Comer sin miedo

Aunque las cerezas se componen de aproximadamente un 80 por ciento de agua, contienen muchas vitaminas y minerales que son beneficiosos para el organismo. Por lo tanto, no sólo son increíblemente sabrosos, sino también extremadamente saludables.

Las cerezas naturalmente dulces contienen grandes cantidades de vitamina C y polifenoles, que son esenciales para una piel sana. Como poderosos antioxidantes, exhiben propiedades antiinflamatorias y ayudan a reducir el estrés oxidativo al tiempo que reducen el daño de los radicales libres a la piel.

Sin embargo, la cosa no termina ahí. Las cerezas también son ricas en ácido fólico y vitaminas A, E y K, así como en muchos minerales: calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, yodo y zinc. Con el potasio, apoyan al corazón ayudando a regular la presión arterial, y con el yodo, apoyan la glándula tiroides regulando el metabolismo. Los ligeramente más ácidos tienen un efecto adicional sobre el sistema digestivo al estimular la actividad del páncreas. Sin embargo, cuando los utilice, tenga cuidado con los aditivos.

¿Qué no comer con cerezas? Cuidado con esta combinación

Las cerezas contienen una importante cantidad de fibra en su composición. Aunque la fibra es beneficiosa para el proceso digestivo, en algunos casos puede hacer más daño que bien. Esto se aplica especialmente en combinación con una gran cantidad de agua.

Comer cerezas y beberlas con agua puede acelerar el paso del contenido digestivo a los intestinos, lo que contribuye a intensificar el vaciado. Esto puede ser especialmente peligroso para personas con sistemas digestivos sensibles y problemas estomacales. Puede provocar dolor abdominal y diarrea e incluso inflamación.

Una combinación similar también debe ser evitada por personas que padecen pancreatitis e inflamación de los intestinos o conductos biliares, así como por pacientes con úlceras gástricas y duodenales. ¿Deberías negarte el sabor de las cerezas en tales casos? De lo contrario. Sin embargo, conviene recordar que la fruta debe consumirse más bien como refrigerio aparte entre comidas, minimizando así el riesgo de reacciones digestivas adversas.

Leave a Response

Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.