Casi todo el mundo disfruta de las patatas doradas y crujientes, servidas con la cena o como refrigerio aparte. El único problema es el tiempo de preparación, que siempre lleva muchísimo tiempo. Pero en lugar de renunciar a ellos, opta por una versión más rápida y sin horno. Las patatas quedarán igual de sabrosas y la corteza increíblemente crujiente.

Las patatas al horno son un snack loco y un auténtico manjar al que nadie puede resistirse. Sin embargo, hay que prepararse para una larga espera a la hora de prepararlos en el horno. Por eso vale la pena conocer el método express, que aporta un resultado igualmente sabroso y fenomenal. Todo lo que necesitas son 15 minutos y un sencillo truco.

Patatas crujientes y doradas sin horno. Puedo hacerlos en menos de un cuarto de hora.

Si estás interesado en cómo preparar las patatas perfectas, no dejes de consultar nuestra receta. Gracias a ello quedarán suaves, doradas y la piel quedará deliciosamente crujiente. Curiosamente, puedes prescindir de un horno. Este método vale su peso en oro, especialmente para aquellos que valoran la preparación rápida de la comida y aman los trucos culinarios para hacer el día a día más fácil.

A veces las soluciones más simples resultan ser las mejores. Por lo tanto, en lugar de hervir patatas y luego cocerlas en el horno, puedes simplemente meterlas en… ¡el microondas! ¡Horno microondas! El aparato puede hornear verduras maravillosamente, pero usted solo necesita prepararlas correctamente. Lavar bien las patatas, dejarles la piel y pincharlas con un tenedor para facilitar la salida del vapor. Pon los tubérculos preparados en un bol y pon el horno microondas a máxima potencia. Hornea las patatas durante 10 a 12 minutos, después de lo cual la piel estará dorada y crujiente y el interior suave y cremoso.

Patatas al horno express. También pueden estar «listos para usar» del horno.

Si en tu cocina falta horno microondas o simplemente no te gustan los microondas, puedes optar por una preparación un poco más clásica. Es mucho más laborioso, pero igual de rápido. El primer paso es pelar las patatas y cortarlas en rodajas finas o en botes pequeños. Los tubérculos se cuecen rápidamente en agua con sal; ponga el fuego a máxima potencia desde el principio para que el tiempo de cocción sea lo más corto posible.

Escurrir las patatas cocidas, secarlas y añadirlas a la olla. Cubrir todo con aceite y sazonar. Mezcle intensamente y transfiera las verduras a una bandeja para hornear. Los tubérculos ahora aterrizarán en un horno calentado a 220 grados. Después de unos minutos, la pulpa se ablandará maravillosamente y la piel quedará perfectamente crujiente. Cuando las patatas estén listas, sírvelas con tu guarnición favorita: salsa, ensalada o cena.

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Agréguelo a una tortilla, pizza o ensalada. Miman tu paladar. Recoge las flores ahora