Secar perejil y albahaca sin utilizar el horno ni siquiera la secadora: mi abuela ya lo hacía hace cincuenta años
Las especias juegan un papel fundamental en la dieta diaria de todos nosotros. Ingredientes como el perejil y la albahaca, por ejemplo, son perfectos para la preparación de numerosas recetas. Pero, ¿cómo podemos abastecernos de estas especias siguiendo el truco de la abuela?
Con el paso de los años, el uso de las especias en el hogar ha cambiado considerablemente. Hoy en día ya es costumbre comprar especias en el supermercado, pero antiguamente nuestras abuelas preparaban sus propias conservas, incluidas especias, para tener todo lo necesario durante el invierno y disfrutar libremente de sus platos favoritos.
Por eso decidí seguir el consejo de mi abuela, gracias a ella hago todo yo misma, hasta las especias. Esto no sólo me permite proceder de forma orgánica y saludable, sino que también tiene un retorno en términos económicos.
¿Cómo podemos secar especias durante todo el año?
La respuesta a esta pregunta depende de varios factores, ya que a lo largo de los años han surgido varios métodos para secar las especias y conservarlas durante mucho tiempo.
Un ejemplo es el uso del deshidratador, que también sirve para preparar frutas y otros alimentos. Un método más conocido para secar especias consiste en utilizar el horno a temperaturas muy bajas.por ejemplo 50 grados. Sin embargo, existe el riesgo de arruinar las especias y no obtener el resultado deseado, así que decidí seguir el consejo de mi abuela y aplicar su método tradicional, que data de hace décadas pero que sigue siendo efectivo.
Especias con el truco de la abuela
Con el tiempo he aprendido que la abuela siempre tiene razón, especialmente cuando se trata de enlatar para los meses de invierno. Realmente es inmejorable, y eso también se aplica a las especias.
En particular, mi abuela cultiva especias en frascos en el balcón y las cuida con dedicación durante todo el verano. Al final de la temporada se pasa a la conservación: lo que se puede utilizar fresco se pone inmediatamente en platos, mientras el resto se conserva.
Mi abuela, por ejemplo, toma perejil, orégano, albahaca, etc., los lava con cuidado y los coloca en una bandeja forrada con papel de horno. Luego los expone al sol por unos 3 días.recordando guardarlos en el interior durante la noche, cuando la humedad es mayor.
Con este método, las especias se secan y se desmoronan fácilmente al tocarlas. Llegados a este punto, podemos colocarlas en tarros previamente esterilizados, donde permanecerán bien conservadas durante los meses de invierno, siempre y cuando se guarden en la despensa alejadas de fuentes de calor.