Hay muchas maneras de preparar unos ricos buñuelos. También se pueden servir con varias guarniciones que solo realzan su sabor. Para no combinar demasiado, sino experimentar un poco más, agregue esta especia. Te garantizamos que disfrutarás de estos buñuelos.

Asociamos los buñuelos con la infancia y los años sin preocupaciones. Siempre se servían de la misma forma, con manzanas y espolvoreados con azúcar glass. Su textura esponjosa y suave siempre nos llenó el estómago durante mucho tiempo, y después de cada bocado queríamos más. Esta vez quisimos refrescar un poco este sabor clásico y agregamos un ingrediente extra a la versión básica del pastel.

Su suave interior, su estructura flexible y su intenso sabor gracias a la canela los convierten en el snack favorito de muchas personas. La canela, conocida por su aroma distintivo y su sabor ligeramente picante, da a los buñuelos un carácter único. Los panqueques son una excelente opción para el desayuno o como postre. Puedes servirlos con frutos rojos frescos, crema agria o miel. Combínalos a tu gusto y disfruta de una deliciosa comida llena de dulzura y jugosidad.

Receta de tortitas de canela

Ingredientes:

  • 500 g de harina de trigo,
  • 300 ml de leche,
  • 2 cucharaditas de levadura en polvo,
  • 85 g de azúcar fina,
  • una cucharadita de extracto de vainilla,
  • 2 cucharadas de canela,
  • 2 huevos,
  • cucharada de aceite
  • pizca de sal,
  • Aceite para freír
  • azúcar en polvo para espolvorear.

Método de preparación

  1. Comienza la preparación de este plato preparando la masa. Tamiza la harina y el polvo para hornear a través de un colador en un tazón grande. Agrega el azúcar, la canela y una pizca de sal. Rompe los huevos en un recipiente aparte y bate bien mientras revuelves, agrega poco a poco la leche, el extracto de vainilla y el aceite.
  2. Vierta lentamente los ingredientes húmedos en los ingredientes secos. Mezclar hasta que se forme una masa suave y uniforme. La mezcla debe quedar sin grumos y no demasiado líquida. Si es así, agrega más harina; si queda muy espesa se puede añadir un poco de leche.
  3. Calienta una pequeña cantidad de aceite en una sartén. Cuando esté lo suficientemente caliente, use una cuchara para formar pequeños buñuelos. Fríelos hasta que estén dorados por ambos lados. Después de freírlos, transfiéralos a un plato forrado con una toalla de papel. Sirva espolvoreado con azúcar glass o con fruta fresca. ¡Buen provecho!

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