Cocina

Sin duda, las patatas son buenas para la salud: ¡pero cuidado con esto!

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Las patatas se encuentran entre los alimentos básicos en nuestras cocinas. Están fácilmente disponibles y literalmente se pueden preparar de cientos de maneras. Mucha gente también sabe que las patatas son buenas para la salud. Sin embargo, hay que tener cuidado con una cosa.

No todo el mundo se da cuenta de que también depende de cuál elijamos.

La riqueza contenida en las patatas

Las verduras discretas esconden una interesante cantidad de vitaminas y minerales que benefician nuestra salud. Las patatas son especialmente ricas en vitaminas A y C, vitamina B6 y son una fuente única de minerales y oligoelementos como potasio, magnesio, zinc, calcio, fósforo, hierro, cobre, flúor, sodio, cromo y otros.

Esta mezcla de vitaminas y minerales realmente beneficia a todo el organismo.

Sin embargo, podemos convertir fácilmente una verdura saludable en un manjar poco saludable, por lo que debemos pensar detenidamente cómo preparar las patatas.

La mejor manera de cocinar patatas.

Una de las mejores formas de preparar patatas es hervirlas, idealmente con piel. Las patatas preparadas de esta forma sin otros aditivos son un alimento nutritivo y de muy alta calidad. Cocerlas al vapor puede ser una decisión ligeramente mejor, ya que es más suave y las patatas pueden retener sustancias más valiosas.

Los expertos recomiendan comer patatas cocidas solas, sin mantequilla ni nata, al igual que otro tipo de verduras hervidas o guisadas. Una pizca de sal y tal vez algunas hierbas es todo lo que necesitas.

Si cocinamos patatas con piel, es importante limpiarlas bien previamente y quitar los posibles brotes.

También se puede hacer puré de patatas con patatas hervidas, pero según los expertos en nutrición, esto no es tan saludable. Sin embargo, no se trata de las patatas en sí, sino de ingredientes añadidos en forma de mantequilla o grasa de leche o nata.

Por supuesto, no es necesario que renuncies al puré de patatas, pero es bueno tener en cuenta que las patatas al horno o hervidas siguen siendo una alternativa más saludable y seguirlo.

La mejor manera de hornear patatas.

Las patatas al horno son otra forma de sacarle el máximo partido a esta verdura para tu salud. Las patatas cocidas al horno, idealmente con piel y con una pequeña cantidad de aceite, son un excelente manjar, que además aporta al organismo muchas vitaminas y minerales. Se recomienda hornear a una temperatura no superior a 180°C.

Podemos hornearlos solos o con otras verduras, gracias a lo cual absorberán sabores y aromas adicionales. Así preparamos, por ejemplo, una guarnición de carne sana y deliciosa, pero también es una comida abundante y saludable por sí sola.

Es mejor no preparar patatas.

Mucha gente confía en el hecho de que las patatas son simplemente patatas. Ya sea al horno, hervido o frito en forma de patatas fritas, ¿no importa? Realmente no lo es.

El problema de algunos tipos de platos con patatas es que contienen demasiadas calorías debido a la forma en que se preparan. Estas patatas fritas de la freidora pueden llenarte y complacer tu paladar, pero tu cuerpo no se mantendrá sano por mucho tiempo si consumes este alimento con más frecuencia. El problema es la cantidad de grasa que empapa las patatas y también el exceso de sal.

Por no hablar de que las patatas fritas suelen ir acompañadas de otros alimentos poco saludables, como ketchup, mayonesa o aderezos y normalmente algo de queso o carne frita.

También conviene prestar atención a las patatas fritas, que son parte integrante de diversas celebraciones, reuniones, o solemos mordisquearlas mientras vemos la televisión por la noche. Las patatas fritas de aspecto inocente son en realidad un desastre para nuestro organismo.

Una vez más, la culpa es del exceso de aceite y grasa, así como del exceso de sal. No se deje engañar por las diversas afirmaciones en el empaque de que las patatas fritas se fríen en aceite saludable o de alta calidad y se salan con sal marina saludable. Nada de esto salvará este manjar poco saludable.

Qué norte¿Quién está en riesgo?

Debido a la cantidad de grasa y sodio, el consumo regular de patatas fritas o patatas fritas se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y contribuye a la obesidad. No todo el mundo sabe que también existe un mayor riesgo de cáncer, lo que se debe a la acrilamida, una sustancia que se forma cuando los alimentos ricos en almidón se fríen a altas temperaturas.

Patatas y diabetes

Últimamente también se suele decir que las patatas no son muy adecuadas desde el punto de vista del riesgo de diabetes tipo 2.

Sin embargo, un estudio de la Universidad Edith Cowan arrojó un hallazgo interesante. Resulta que las patatas por sí solas no son el problema cuando se trata de diabetes tipo 2. El problema radica precisamente en cómo se preparan las patatas y con qué se consumen las personas.

compararon diferentes formas de preparar patatas y su efecto sobre la diabetes. Cuando separaron las patatas hervidas de las patatas fritas, el puré de patatas y similares, descubrieron que las hervidas no tenían ningún efecto sobre esta enfermedad.

Los autores del estudio también encontraron que las personas que comían más patatas también consumían mucha mantequilla, carnes rojas y refrescos en sus dietas, que son alimentos y bebidas que aumentan el riesgo de diabetes tipo 2.

Este estudio también muestra que realmente no hay necesidad de condenar las patatas como un «alimento con almidón que favorece el desarrollo de la diabetes». La clave está en saber prepararlos adecuadamente.

¿Sabías que no sólo las patatas en sí se pueden utilizar de muchas maneras, sino que también el agua de cocción se puede utilizar para muchos propósitos?

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.