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Sirope de diente de león: ¿cómo prepararlo?

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El diente de león puede ayudar a reducir la inflamación, favorecer la función hepática, combatir el cáncer o ayudar a regular el azúcar en sangre. También se puede utilizar para enfermedades de la piel. Si simplemente quieres aplicarlo a diario, prepara jarabe de diente de león, también conocido como miel de diente de león. ¿Cómo lo harás y qué necesitarás?

Las plantas tienen la capacidad de colonizar fácilmente nuevas áreas. Esto es muy fácil de hacer, por ejemplo, con el diente de león medicinal (Taraxacum officinale), también conocido como pelusa.

Al soplar sobre una flor, sus semillas son esparcidas a grandes distancias por el viento. El diente de león es también una planta expansiva que puede ocupar espacios muy grandes en muy poco tiempo. Por este motivo, no es aconsejable para agricultores ni para céspedes cortados. Por otro lado, debido a las invaluables propiedades de esta planta, el jugo y la hierba se utilizan como medicina, alimento, forraje y materia prima aportando miel. En la antigüedad se utilizaba en la medicina natural. ¿En qué manera?

Diente de león: ¿qué tipo de planta es?

Diente de león o diente de león, el diente de león crece de forma silvestre en toda Europa, Asia y América, con mayor frecuencia a lo largo de las carreteras, en los prados, en los matorrales y como maleza. ¡Un diente de león no es un diente de león!

Con fines medicinales, las raíces de las plantas más viejas se recolectan en otoño, se extraen del suelo, se lavan, se retiran las partes aéreas y se secan en una secadora calentada o en condiciones naturales. En la primavera, cuando la planta forma una roseta de hojas y brotes con cestas de flores en estado de capullo, toda la parte aérea se corta y se seca a la sombra y al aire.

Si tiramos los tallos de las flores después de cosechar la hierba, obtenemos hojas de diente de león después del secado.

Diente de león – propiedades medicinales

Además del amplio uso tradicional de los preparados de diente de león, existe una cantidad relativamente grande de evidencia científica que confirma su utilidad en el tratamiento de diversas enfermedades. Aunque no hay muchos estudios clínicos disponibles, se conoce su amplia gama de efectos, entre ellos:

  • apoyo a la función hepática
  • aumento de la diuresis
  • reducir la inflamación
  • Prevención de la formación de arena y cálculos urinarios.
  • regulación del azúcar en la sangre
  • efectos anticancerígenos
  • efectos antioxidantes

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El diente de león afecta principalmente al sistema digestivo. Las lactonas amargas contenidas en las suspensiones y el jugo de su corteza/molido estimulan la secreción de saliva, jugo gástrico y bilis, facilitan su flujo hacia el duodeno y previenen su estancamiento. Por tanto, la materia prima favorece la función del hígado y lo limpia eficazmente.

El diente de león también limpia los riñones: facilita la excreción de depósitos y sustancias tóxicas de nuestro cuerpo y mejora indirectamente el estado de nuestra piel, lo que aprecian las personas que padecen acné, eccema o psoriasis. Además, la materia prima mejora el metabolismo y regula la evacuación intestinal. Por esta razón, el diente de león se utiliza muy a menudo como hierba para bajar de peso. A menudo es un componente de mezclas de limpieza a base de hierbas.

Sirope de diente de león: ¿cómo prepararlo?

Las materias primas utilizadas para preparar el jarabe de diente de león son la corteza, las flores y el tallo.

La calidad del jarabe de diente de león depende de las flores recolectadas. Se recomienda recolectarlos en mayo; en este momento están más maduros y sin amargor. Después de la cosecha, conviene limpiarlos de insectos.

Composición del jarabe de diente de león:

  • 1 litro de flores
  • 1 litro de agua
  • 2 limones
  • 1 kg de azúcar

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Preparación paso a paso:

1) Recoge las flores y límpialas a fondo.

2) Ponlos en una olla grande y cúbrelos con agua fría, cocina por unos 15 minutos y luego reserva por 24 horas.

3) Pasado este tiempo, colar el caldo por un colador y añadir el zumo de limón y el azúcar. Cocine a fuego lento hasta que la mezcla se vuelva almibarada (similar a la miel).

4) Vierta el almíbar terminado en vasos más pequeños. Puede almacenar el jarabe de diente de león hasta por varios meses.

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.