El uso de aceite para freír es común en diversos establecimientos de comida, especialmente aquellos que se enfocan en la preparación de alimentos fritos. En los hogares, su consumo es significativamente menor, pero incluso en este entorno, después de su uso, surge la pregunta de cómo eliminar adecuadamente el aceite. El manejo inadecuado del aceite usado puede provocar daños en las tuberías y otras complicaciones.
A la hora de preparar platos como patatas fritas, rosquillas o carne frita, a menudo recurrimos al aceite de colza o de girasol. Estos aceites se encuentran entre los más comunes en los hogares eslovacos, pero después de usarlos se deben seguir ciertos principios a la hora de desecharlos. Mucha gente comete el error de verter la grasa directamente por el desagüe después de enfriarla, lo que provoca graves problemas de obstrucción de las tuberías.
Si quiere evitar inconvenientes, la mejor solución es verter el aceite enfriado en un recipiente con cierre y luego tirarlo a la basura destinada a residuos mixtos. Es importante destacar que el aceite no debe estar en residuos biológicos ni en un recipiente de vidrio.
En el caso de establecimientos de alimentación donde se utiliza una cantidad importante de aceite, la eliminación es aún más importante. La ley obliga a los operadores a disponer del aceite de cocina a través de empresas especializadas que lo recojan y lo reciclen. Estas empresas a menudo también proporcionan aceite nuevo y ofrecen a los operadores servicios contractuales que cubren cambios y retiradas regulares de aceite.
La correcta eliminación del aceite no es sólo una cuestión de protección del medio ambiente, sino también de prevención de problemas técnicos y costes de reparación innecesarios. Por este motivo, todos debemos prestar atención a dónde ponemos el aceite usado.