Consejos útiles

Un televisor, una estufa o un microondas pueden causarle problemas financieros. Si los usas incorrectamente no pagarás a final de año

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A medida que se acerca el otoño, los días se hacen más cortos y afuera llueve cada vez más. Como resultado, pasamos mucho más tiempo en casa. Oímos hablar del aumento de los precios de la electricidad en los medios, por lo que ya es hora de revisar las reglas sobre cómo no desperdiciar energía innecesariamente y reducir sus facturas. Entonces, ¿qué podemos hacer?

Mantenga el refrigerador lleno

Asegúrese de que el frigorífico y el congelador no queden vacíos. Cuando no contienen suficiente comida, consumen más energía. Los alimentos refrigerados y congelados ayudan a mantener una temperatura baja en el interior del aparato, lo que reduce su consumo. Además, no te olvides de descongelar periódicamente.

Olvídate del prelavado y hervido

Hoy en día, lavar a una temperatura de 30 a 40 °C es suficiente, gracias a la eficacia de los detergentes modernos. Por lo general, no es necesario lavarlos previamente ni hervirlos. Si es posible, seca la ropa al aire libre, porque la secadora es uno de los mayores consumidores de energía del hogar.

Bombillas LED: mayor inversión, menor consumo

Las bombillas LED consumen hasta un 90% menos de energía que las bombillas convencionales. Aunque son más caras de comprar, su vida útil alcanza las 15.000 horas, mientras que las bombillas normales sólo duran unas 1.000 horas. Si utilizas una bombilla LED durante 4 horas al día pagarás unos 63 euros al año, mientras que una bombilla normal te costaría hasta 400 euros. Y eso es sólo una bombilla: piense en cuántas lámparas tiene en casa y cuánto ahorro podría lograr.

Modo de espera: consumidor de energía silencioso

Los electrodomésticos en modo de espera siguen consumiendo electricidad. Por ejemplo, un monitor que sólo está en modo de espera consume 0,5 Wh cada hora. Si lo utilizas cuatro horas al día y el resto del tiempo permanece en modo standby, desperdiciarás hasta 3.600 Wh al año. Esto también se aplica a televisores, consolas de juegos, descodificadores y otros dispositivos. Lo mejor es conseguir un cable de extensión con un interruptor y apagar todo a la vez.

Desenchufe los cargadores cuando no estén en uso

Los cargadores de teléfonos móviles o portátiles consumen electricidad incluso cuando no están conectados al dispositivo. Lo mismo se aplica a los electrodomésticos con reloj incorporado, como los hornos microondas. Por lo tanto, desconéctelos siempre después de su uso.

Calentar agua en una olla a presión en lugar de una estufa

Es mejor calentar el agua en una olla a presión y sólo la cantidad necesaria. La estufa es menos eficiente y consume más energía.

Una computadora de escritorio consume más energía que una computadora portátil

Puede que te sorprenda, pero una computadora de escritorio tiene un consumo de energía significativamente mayor en comparación con una computadora portátil. Si trabajas desde casa y utilizas un ordenador de sobremesa 8 horas al día, tus costes de electricidad serán aproximadamente 4.000 euros más al año que si utilizas un ordenador portátil.

Ahorra al ducharte

Utilice un cabezal de ducha económico que reduzca el consumo de agua y, por tanto, también los costes de calefacción. Independientemente de si el agua se calienta con electricidad o con gas, se trata de un ahorro importante. Con un rociador de ducha especial se puede reducir el consumo de agua hasta a la mitad, lo que puede suponer un ahorro de hasta 20.000 euros en costes de calefacción en cinco años.

Comprueba que no estás pagando más de lo necesario

Existen herramientas en línea que compararán diferentes proveedores de energía en su región de forma gratuita. Contacta con ellos y averigua si existe alguna alternativa más económica. Incluso un pequeño cambio puede suponer importantes ahorros en el presupuesto familiar.

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.