Planchar es una de las tareas domésticas más odiadas. Muchas personas lo abandonan por completo a diario, pero en algunos casos es necesario planchar la ropa. Gracias a este truco ya no será un dolor. Te sugerimos cómo planchar de forma más rápida y eficiente.

No necesitas el último hierro ni la paciencia de un ángel. Todo lo que necesitas es un determinado producto de cocina que te facilitará el planchado de la ropa. Las arrugas resistentes se alisan más fácilmente, ahorrándote mucho tiempo y estrés. Y no cuesta casi nada.

El simple jugo de limón viene al rescate. Si lo añades al agua de la plancha, el ácido que contiene la fruta suavizará el tejido y facilitará el planchado. Sin embargo, esa no es la única ventaja de esta solución: el zumo de limón también nos ayudará a cuidar nuestro hierro, protegiéndolo de la cal. Alternativamente, también puedes usar ácido cítrico o vinagre. Eso sí, no te excedas, sino acabaremos con la ropa pegajosa y manchada.

Agrega 2-3 cucharadas de jugo de limón a 100 ml de agua destilada, mezcla todo y vierte en la plancha. Esta mezcla no sólo te facilitará el planchado, sino que también hará que tu ropa tenga un olor agradable. Además, el ácido cítrico tiene propiedades desincrustantes, por lo que elimina fácilmente los residuos que se depositan en el interior de la plancha.

También puedes ayudar con el planchado… papel de aluminio. Su uso es un método sencillo pero ingenioso. El primer paso es quitar la funda de tela de la tabla de planchar. Luego cubra el marco del tablero con una capa de papel de aluminio con el lado brillante hacia arriba. Después de poner la funda, puedes continuar planchando como de costumbre.

Notarás la diferencia inmediatamente. Gracias a las propiedades del papel de aluminio, que refleja el calor, la ropa se plancha por ambos lados. Esto acorta considerablemente el tiempo de todo el proceso y facilita el trabajo incluso con sustancias difíciles.

¿Cómo evitas las arrugas en tu ropa?

La razón principal es… Lavado. Por supuesto, no puedes prescindir de él, pero vale la pena hacer algunos cambios. No llene el tambor hasta el tope y establezca una velocidad de centrifugado más baja. Y, por supuesto, tender la ropa nada más terminar la lavadora. Cuanto más tiempo permanecen mojados, más se arrugan.

En la fase de secado debemos asegurarnos de que las prendas queden colgadas correctamente, no deben superponerse y sus fibras deben estar lo más estiradas posible. Esto evitará arrugas innecesarias y facilitará el planchado.

El almacenamiento también es importante. Las perchas son la mejor solución. Si esto no es posible, doble la ropa con cuidado.

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