El verano es la época en la que muchos de nosotros nos vamos de vacaciones unos días. Fuera de casa, sin embargo, nuestros electrodomésticos permanecen desatendidos, lo que puede provocar averías inesperadas.
Interrumpir el proceso de congelación en el congelador puede ser especialmente peligroso, ya que puede provocar el deterioro de los alimentos almacenados.
Entonces, ¿cómo comprobamos si nuestro congelador ha estado funcionando correctamente durante nuestra ausencia? La respuesta es sencilla: utilizar una moneda.
Comer alimentos descongelados y vueltos a congelar, especialmente carne, puede provocar una intoxicación alimentaria.
Un mal funcionamiento prolongado del dispositivo o un corte de energía pueden causar que los alimentos almacenados en el congelador no serán aptos para el consumo.
Afortunadamente, existe un truco sencillo que puede ayudarnos a evitar sorpresas desagradables al regresar de vacaciones y garantizar que los alimentos almacenados en el congelador sean seguros para comer.
El método consiste en colocar una moneda sobre la superficie de agua previamente congelada en un recipiente. Metemos el recipiente en el congelador uno o dos días antes de salir.
Si la moneda sigue en su lugar después de regresar, significa que el congelador funcionó correctamente y la comida no se descongeló.
