El planeta nos proporciona recursos limitados, por eso es importante no desperdiciar alimentos. Utilizar zumo de verduras es una forma eficaz de aprovechar todos los ingredientes de la cocina y al mismo tiempo disfrutar de platos sanos y sabrosos. El siguiente artículo te ofrecerá consejos y recetas sobre cómo aprovechar los residuos vegetales, que muchas veces consideramos residuos, pero que en realidad están llenos de vitaminas y de gran sabor.
No tires las semillas de las verduras.
Muchas personas que compran en mercados de agricultores o cultivan sus propias verduras suelen tirar zanahorias, perejil, colinabo o berros. Es una pena, porque todos estos son comestibles y están llenos de vitaminas.
Por ejemplo, puedes preparar un sabroso pesto con jugo de zanahoria. Basta mezclar la zanahoria lavada, seca y picada con sal, aceite de girasol, ajo y nueces o pipas de girasol. Esta sencilla receta es una excelente manera de usar su dinero y enriquecer su menú con un nuevo tipo de pesto. Puedes utilizar pesto de zanahoria para untar sobre pan, añadirlo a la pasta o como base para una salsa.
Otra opción es añadir ensalada de verduras a la ensalada. Las hojas de rábano, colinabo o remolacha pueden agregar un sabor y una textura interesantes a la ensalada. Las hojas de col rizada también se pueden utilizar para preparar col rizada o ensalada tibia.
Simplemente blanquee las hojas, agregue papas hervidas en rodajas y cubitos de tocino chamuscado, rocíe con aceite y sazone. Esta ensalada tibia puede ser una guarnición interesante o un plato principal ligero. Blanquear las hojas significa sumergirlas brevemente en agua hirviendo y luego enfriarlas rápidamente en agua con hielo, lo que ayuda a conservar su color y nutrientes.
Verduras en sopas y salsas.
La sopa de verduras también es una gran adición a las sopas. El perejil y el apio no deben faltar en la sopa de verduras, porque aportan un sabor intenso. Como ingredientes principales de la sopa se pueden utilizar repollo, rábano picante y hojas de nabo.
Después de lavarlas, basta con picarlas, guisarlas con cebolla en aceite, cubrirlas con agua, agregar patatas, sal, pimienta y ajo y cocinar. Con este método, puedes crear fácilmente una sopa nutritiva y sabrosa a partir de ingredientes que rara vez se utilizan.
Imaginemos, por ejemplo, una sopa de rábanos, en la que se fríen los rábanos lavados y picados en aceite de oliva junto con la cebolla, luego se añaden las patatas cortadas en cubitos, se cubren con agua o caldo, se sala, se sazona y se cocina hasta que las patatas estén blandas. Finalmente, sazona la sopa con ajo y licúa hasta obtener una consistencia cremosa.
También puedes secarlo y usarlo como especia.
También se pueden secar y utilizar como especia. Mezclar hierbas secas con sal crea una verdura casera que se puede usar para agregar sabor a sopas, salsas o para espolvorear sobre pan. Esta forma de utilizar el jugo garantiza que no se desperdicie ni un solo trozo de verdura. Puedes secarlas al aire o en el horno a baja temperatura hasta que no queden quebradizas, luego molerlas y mezclarlas con sal.
Utilizar verduras en la cocina no es sólo un paso ecológicamente consciente, sino también una forma de enriquecer tu menú con nuevos sabores y nutrientes. Al incluir estos consejos en nuestra cocina diaria, no sólo intentamos reducir el desperdicio de alimentos, sino que también ahorramos dinero y contribuimos a la protección de nuestro planeta. Entonces, ¿por qué no probar algo nuevo?