Las albóndigas aparecen en nuestras mesas casi en todos los almuerzos. No es de extrañar, porque son los que más pueden impresionarnos por su sabor y olor. Sin embargo, si quieres darle más singularidad a los platos, sirve esta especialidad en lugar de las clásicas. Estoy seguro de que no te decepcionarás.

Un almuerzo ideal debe constar de varios elementos que combinen a la perfección. La sopa debe ser razonablemente aromática, ligera y cremosa, y el segundo plato debe llenarnos el estómago. En ambos casos solemos apoyarnos en las recetas más clásicas que ya conocemos muy bien. Con esta receta queremos demostrar que incluso las soluciones aún no descubiertas son igual de sabrosas.

Las albóndigas de coliflor no siempre se hicieron con tanta frecuencia como ahora. Sin embargo, cuando aprendí a hacerlos aún más sabrosos, todos quisieron comerlos. Yo solía hacerlos friendo la mezcla terminada en grasa caliente. Ahora uso horno en lugar de sartén y aceite. Después de utilizar este tratamiento térmico, las albóndigas quedan más crujientes y su sabor es más pleno.

Receta de albóndigas de coliflor

Ingredientes:

  • cabeza de coliflor grande
  • 2 huevos,
  • 2 cucharadas de harina de trigo,
  • cebolla mediana,
  • una cucharada de perejil,
  • una cucharada de eneldo,
  • 3 dientes de ajo,
  • 1 taza de pan rallado,
  • aceite de oliva,
  • sal,
  • pimienta.

Método de preparación:

  1. Divida la coliflor en floretes más pequeños y enjuáguelos bien. Luego ponlo entero en una olla llena de agua con sal. Colocar a fuego medio y cocinar desde que hierva durante 10 minutos aproximadamente. Pasado este tiempo, escurrimos las verduras y dejamos enfriar.
  2. Pelar la cebolla y el ajo y picarlos finamente. Enjuague el perejil y el eneldo y córtelos en trozos más pequeños.
  3. Pon la coliflor enfriada en un bol grande y muélela con una batidora. Si no tienes, simplemente puedes picarlo muy fino. Rompe los huevos con las verduras y agrega la harina. Agrega el perejil, el eneldo, la cebolla y el ajo. Sazone la mezcla con sal y pimienta según sea necesario. Amasar bien hasta que la mezcla esté suave y homogénea.
  4. Extienda el pan rallado en un recipiente hondo. Con la mezcla resultante, forme bolas de albóndigas. Envuelve cada pieza en pan rallado.
  5. Coloca las albóndigas en una bandeja forrada con papel de horno. Si quieres, puedes rebozarlas con una fina capa de grasa. Colocar en un horno calentado a 180°C y hornear durante aproximadamente 15-20 minutos hasta que se doren. Revisa de vez en cuando para asegurarte de que no se quemen.
  6. Pasado este tiempo, las albóndigas estarán listas para servir. ¡Sírvelos con tu guarnición favorita y disfrútalos!

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