Este es un truco secreto que nadie conoce: ¡así podrás cortar hasta 100 cebollas sin lágrimas!
La cebolla es la base de muchos platos. Desafortunadamente, también tiene un inconveniente: su corte trae consigo llanto. A través de las lágrimas, a menudo ni siquiera nos damos cuenta de qué es lo que nos impide seguir preparando la comida. Hoy tenemos para ti unos sencillos trucos que te facilitarán cortar cebollas y no derramarás ni una lágrima.
¿Por qué lloramos al cortar cebollas?
Si alguna vez te has preguntado por qué lloramos cuando cortamos cebollas y por qué nos arden los ojos, entonces debes saber que los compuestos de azufre que contienen las cebollas en abundancia son los culpables. Cuando cortamos una cebolla se dañan sus células, que comienzan a liberar su contenido.
Este último reacciona con los aminoácidos formando ácido sulfónico, que rápidamente se convierte en un gas irritante. Se propaga fácilmente por el espacio e irrita los ojos y la nariz. Cuanto más joven es la cebolla, más nos suele irritar.
¿Cómo no llorar mientras cortas?
Uno de los trucos que utilizan los cocineros radica en cortar correctamente la parte inferior de la cebolla, donde la cebolla tiene una parte de la que crecen las raíces. Este contiene la mayoría de estos componentes. Pero esta parte no se puede cortar en horizontal, como hacemos muchos, tenemos que introducir un cuchillo en diagonal dentro del bizcocho y retirar la parte que tiene forma de cono. Luego pelamos el resto de la cebolla y la cortamos de tal forma que colocamos la cebolla hacia abajo con la parte del agujero, para que no se transfieran los gases ascendentes, luego cortamos la cebolla sin ningún problema.
Mas opciones
También hay muchas otras formas de evitar llorar al cortar cebollas. Una de las más divertidas es cortar una cebolla con gafas de buceo o de esquí, que protegen tus ojos y nariz de gases irritantes. Otros consejos muy conocidos son meter la cebolla en el congelador unos minutos o cortar la cebolla cerca del ventilador. El agua fría también puede ayudar.
Pela la cebolla bajo un chorro de agua fría y antes de empezar a cortarla deja en remojo la cebolla y el cuchillo en el agua un rato. Se dice que incluso una vela encendida puede protegernos del llanto, su llama reduce el flujo de aire y el aroma de la cebolla no se propaga rápidamente.
