Consejos útiles

Ya no uso azúcar para hornear. Se me ocurrió un sustituto maravilloso y saludable.

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¿Quieres perder peso o simplemente empezar a vivir más saludable? En este caso, lo primero que probablemente tendrás que hacer en tu cambio de vida es empezar a eliminar o sustituir el azúcar refinada por otros edulcorantes. ¿Cómo hacerlo?

También es posible sin azúcar.

Casi toda la civilización occidental consume mucha más azúcar de la que debería. Cada uno de nosotros come o bebe mucho más durante el día de lo que es beneficioso para nuestra salud. Aunque el azúcar nos da un empujón a corto plazo y también mejora el estado de ánimo de algunas personas, su exceso es bastante perjudicial para el organismo. El azúcar está detrás de numerosas enfermedades de la civilización y puede poner en peligro nuestra salud.

¿Cómo aprender a cocinar y hornear sin azúcar?

La cocina checa, especialmente la dulce, se basa en el azúcar. Por lo general, ponemos cientos de gramos de azúcar en un molde para pasteles común, endulzamos la masa para panqueques y espolvoreamos azúcar incluso en salsas.

Al mismo tiempo, podemos sustituir fácilmente el azúcar por opciones más saludables. Pruebe algunos de ellos y aprenda a usarlos correctamente.

No olvides que además de reponer, también puedes reducir la cantidad de azúcar o eliminarla por completo. Muchas recetas tradicionales contienen más azúcar de la absolutamente necesaria. Por ejemplo, prueba a reducirlo a la mitad en el caso de las harinas caseras habituales. ¡Verás que funciona de todos modos!

Sustitutos saludables del azúcar

El azúcar se puede sustituir por muchas opciones más saludables. Un gran sustituto es la miel, que además es saludable y aporta muchos beneficios al organismo.

El plátano es un excelente edulcorante para galletas, pasteles y postres sin hornear; Si quieres experimentar, también puedes probar con dátiles (puedes, por ejemplo, triturarlos, molerlos o utilizar almíbar de dátiles).

Algunos postres también pueden no estar endulzados y luego endulzarse sólo al final con, por ejemplo, fruta, zumo o almíbar o nata montada ligeramente endulzada. De América y Canadá conocemos el jarabe de arce como edulcorante, especialmente adecuado para tortitas o buñuelos, pero la mantequilla de maní también es una variante interesante.

Foto: Shutterstock

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Marina García
¡Hola! Soy Marina García, escritora de arte de la jardinería, amante de la cocina y defensora entusiasta de los consejos útiles.