Las orquídeas son hermosas flores que decoran efectivamente tu hogar con sus coloridas flores. Nuestros ojos disfrutarán de ellos durante mucho tiempo si seguimos las normas de cuidado más importantes para estos ejemplares. Pero, ¿qué hacer cuando las hojas de la planta empiezan a ponerse amarillas? La floricultura tiene una solución.

Las orquídeas vienen en más de 40 especies. Se diferencian por la forma y el color de las flores. Estas plantas son relativamente difícil de cultivar. Además, en ocasiones sus hojas empiezan a ponerse amarillas. La causa puede ser una enfermedad o una atención inadecuada. Por tanto, vale la pena considerar estas dos opciones.

Coloración amarillenta de las hojas de las orquídeas debido a un cuidado inadecuado. ¿Cómo cuidar la planta?

  • La primera causa del amarillamiento de las hojas de las orquídeas es el exceso de agua en la maceta. Una planta empapada no absorbe adecuadamente los nutrientes, lo que provoca que las hojas pierdan color y fuerza.

En este caso, conviene trasplantar la orquídea a una maceta nueva. y empezar a regarla adecuadamente. Si no puedes calcular cuánta agua necesita una flor, pon tres cubitos de hielo en la maceta una vez por semana. Gracias a este método, estimulas la planta para que forme nuevos cogollos.

  • La orquídea se pone amarilla porque no está a la temperatura adecuada. La temperatura debería ser de 24 grados centígrados en verano y 18 grados centígrados en invierno.
  • Las hojas de la planta también pueden volverse amarillas debido a una mala colocación. Recuerda que la flor prefiere lugares con luz difusa. Por lo tanto, es mejor colocarlo en el alféizar de una ventana este u oeste.

Las hojas de las orquídeas se vuelven amarillas debido a una enfermedad. ¿Cómo salvar la planta?

Cuando las hojas de las orquídeas se vuelven amarillas y empiezan a arrugarse, probablemente estemos ante enfermedades como clorosis, podredumbre o fusarium.

La clorosis inhibe el crecimiento y la floración de las plantas. La enfermedad provoca el color amarillento de las hojas. En esta situación conviene retirar las partes infectadas, como en el caso de la podredumbre. Asegúrese de hacer esto con una herramienta limpia.

El fusarium se reconoce por el color amarillento y posterior oscurecimiento de las hojas. Esta enfermedad es la más fácil de combatir. Todo lo que tienes que hacer es riega la orquídea con agua blanda y fertiliza hasta que el pH del suelo alcance 4,5 a 6 niveles de acidez.

En el caso de estas enfermedades, finalmente podemos utilizar un fungicida. Este remedio herbal especializado combate las infecciones y destruye los hongos patógenos.

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